LA CONTRACRÓNICA | Preparándose para lo que viene

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Jorge Deza para #FutbolFerrol


El Racing manda. A su manera. Con solvencia donde al final se necesita. Sabiendo remontar cuando corresponde. Reconociendo malos inicios y afirmándose con excelentes continuaciones. Segundas partes siempre fueron buenas si se acaba ganando. Mantener las luces de posición con el más fuerte perseguidor, el Bergantiños, y abriendo brechas con los que siguen. Dieciseis jornadas sumando no es ninguna proeza para un Racing en Cuarta pero evidencia una trayectoria llamada a llevar letra mayúscula en el sillón de la academia. Eso sí, lo más fuerte y complicado aún está por llegar y habrá que dar el do de pecho sin miramientos en dos meses decisivos contra equipos como Alondras, Compostela, Arosa, Bergantiños, UD Ourense o Barco. En realidad contra todos, porque cada partido vale tres puntos.

El conjunto de Emilio Larraz sabe imponer sus talentos individuales en una categoría con pocos. Resuelven excesos de confianza como los del domingo (lo dijimos la semana pasada, y la lección del Salvador Otero es el primer tiempo) y aniquilan esperanzas para los rivales. Este Racing seguro de sí mismo, si se fiase un poco menos y fuese un poquito más a lo que hay que ir (goles, puntos), tendrá una alfombra roja hasta el final. Si es intenso en la mayor parte de los partidos no solo será casi imposible de derrotar, sino de hacerle gol. Y ya no resultaría solo una cuestión de defender mejor o peor atrás. En este Racing la mejor defensa es un control sostenido. Y el mejor ataque es atacar con sus mejores armas. La combinación leve y corta, el pase largo y medido, el remate con sello…

Emilio Larraz dirigiendo en un partida en A Malata | El Racing manda a su manera. Foto: Sandy López

Que el equipo ferrolano empieza a oler a fase de ascenso es un hecho pese a que hay aún mucho que remar por las procelosas. Lo deportivo va bien y ganar formatea escenarios de lesiones con la dimensión espacio/tiempo alterada. Y escrachea todo tipo de melindres. Impone una rutina virtual a la que no hay que acostumbrarse, por si las moscas. En el Racing solo falta que muera de una vez la madrugada, y a ver si amanece. Que no es poco…
En A Illa de Arousa, Joselu marcó por primera vez en lo que va de 2019 con su “chileno” primer gol y con suspense en el segundo. Despistó a muchos si fue Juan Antonio el anotador del tercer gol verde. Pues no. La pelota ya había entrado con el remate del de Palmeira, que suma ya 8 tantos en esta liga y 74 oficiales en los anales de la entidad presidida por José Criado.
Como en la primera vuelta, el celtiguista Emilio vio dos tarjetas amarillas. Y ya son siete los partidos del Racing en los que algún equipo termina en inferioridad. Los nuestros en dos de ellos, con Juan Antonio de protagonista.

Y Pablo Rey, ¿qué? A lo suyo, claro. Ya 92 en el zurrón y con margen para alcanzar al gran Pazolo. Sin prisas, sin pausas. El comandante de artillería racinguista dispara cuando quiere y desde donde le da la gana, como siempre. Su gol fue cultura ferrolana. Arte y ensayo. Lección enésima de cómo tirar a puerta. Su tanto resultó como una relajante brisa marina que te mueve el pelo en una interminable tarde sin escrúpulos… Y cuando te das cuenta la pelota está en la red. Voló el balón directo y con rumbo fijo. Cuestión de ojo y gatillo de un grande.