Pablo Rey, leyenda viva del Racing

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Juanma Codesido #FutbolFerrol


Para todo aquel amante del fútbol y sobre todo aficionado racinguista, sabe que Pablo Rey no ha sido un jugador más para el cuadro naval. Es y será probablemente el mejor capitán, y uno de los jugadores que más ha enamorado a la parroquia ferrolana con sus pases, sus goles de todo tipo y su fidelidad al club que lo vio crecer. Desde el 2004 que debutó como un joven más de la cantera del Racing, hasta el partido ante el CD Barco, donde materializó su gol número 98 con la verde que lo iguala como máximo artillero de la entidad junto a Pazolo. Nadie nunca le regaló nada a Don Pablo, todo se lo ganó él. Desde el cariño de la gente hasta cada uno de sus goles con el club de sus amores. Un jugador que nunca vendió humo, solo rendimiento. Ahora a sus 34 años firma su mejor temporada goleadora con 20 dianas a falta de seis partidos. Casi nada. Nunca se ha colgado méritos, a pesar de que meta golazos como por ejemplo aquel de falta al Real Oviedo en el Tartiere directo a la escuadra. Su respuesta a tal chicharro: «Bueno, lo importante es que ayudó a ganar al equipo«. Humildad siempre por delante. El ejemplo de jugador que todo niño de Ferrolterra tiene que llevar en la retina cuando comience a dar sus primeros pasos en el Racing. Pablo siempre antepuso sus colores a todo, muchos equipos llamaron a las puertas de A Malata para conseguir sus servicios, la respuesta del capitán fue simple y concisa: Racing, solo Racing. A Pablo nunca hubo que explicarle lo que era ser racinguista, él lo traía en su forma de ser, con la mentalidad de algún día dejar su nombre grabado en letras de oro en la historia del club. Su legado promete seguir agrandándose, y esta campaña quiere que la guinda del pastel lleve a su querido Racing de nuevo a la división de bronce. Lo conseguirá.

Pablo Rey celebrando su 98 gol con el Racing. Foto: www.somosomarca.es |
@alejandroobarko

Aún con cuerda por delante para el capitán, me atrevo a decir que nadie ha honrado, defendido y siempre llevado un escudo con la cabeza bien alta como ha hecho Pablo Rey con el del Racing. Ha ganado, perdido, ascendido, descendido, llorado de alegría y de tristeza, con una camiseta que nunca le ha quedado grande al jugador ferrolano. Ahora que es junto a Pazolo el máximo artillero de la entidad, el capitán quiso acordarse de toda la gente que lo ha ayudado a llegar a esa cifra. Justo después del pitido final en O Barco dejó unas palabras de agradecimiento emocionado por la hazaña. «Estoy contentísimo. Además hoy el gol fue redondo, sirvió para ganar e igualar esa marca histórica de Pazolo. Quiero agradecer tanto a estos compañeros como a todos los que tuve y a toda la gente del Racing, por ayudarme a conseguir esta marca histórica. Espero que pueda seguir mucho tiempo ayudando al equipo con goles«. Palabras de un mito que se marchó de Calabagueiros con el balón bajo el brazo y esbozando una sonrisa de oreja a oreja en un partido en que Pablo Rey, reafirmó que es una leyenda viva del Racing de Ferrol.