Sálvese quien pueda

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La nave se hunde. El agua está llegando al cuello pero tranquilidad, no se pueden perder los nervios en situaciones límites y es verdad. Cuando ya tienes la cabeza debajo del agua y no puedes ni respirar, dicen que entonces se te nubla la vista primero y se te inundan los pulmones después. La consecuencia lógica ya la habéis adivinado todos,no hace falta haber estudiado medicina. Eres un cadáver flotante.

De momento y a estas horas sigue la calma chicha en el mundo ireal de la ensanada de A Malata y no se espera temporal. Mientras en la cola de la tabla el agua sube y sube.
Once jornadas sin ganar, cinco puntos de los últimos treinta y tres en juego, la grada con el «Tena vete ya» desde hace varias jornadas en A Malata, jugadores que no están, otros que ni se les espera y un míster que después de haber confeccionado una plantilla a su medida, ha pasado de un «proyecto ilusionante» a un «podemos revertir la situación» para acabar en un «que decidan los de arriba».

Entre medias llegó el Sr Ignacio Rivera y su Élite Administración y Gestión para mercar el por ciento del Concello primero y aliarse con los Silveira después o a saber si viceversa. Tras hacerse con el mando, da la impresión de que el capitán no lo es (aun … ) tanto mientras los comandantes no suelten amarras. Parece que el timón lo sigue llevando el grumete. Entiéndaseme bien, acuerdo «haberlo haylo» otra cosa «ye» materializarlo.
Nos consta que el recién nombrado sargento mayor de la embarcación, Sr. Carlos Mouriz visitó la semana pasada varios camarotes de marinería y los cuartos de suboficiales. Nada se sabe hasta hoy del pase de revista, aunque parece que alguno barrió bajo la alfombra.

Así las cosas llegó el colista y lejos de suponer el salvavidas, nos dejó con el agua al cuello no, lo siguiente. Terceros por la cola y sin acceso a la clasificación en la web oficial del navío.

Sr. Rivera, el barco se nos hunde con toda la tripulación y usted sabe mejor que yo que solo la mejor combinación de lúpulo y cebada puede sacarnos a flote.

De lo contrario, sálvese quién pueda.

 



Por Manel Díaz para muchacalidad.com

23h de 04/12/17