
El derbi gallego de Primera Federación terminó en tablas tras un duelo vibrante en A Malata. El gol de Hugo Sanz adelantó a los ourensanos en una primera parte donde el Racing no se encontró nunca sobre el campo, pero David Concha firmó la igualada en una segunda mitad cargada de emoción, tensión y más de 5.500 almas rugiendo en las gradas.
💥 Golpe azulón en los primeros compases
El partido arrancó con intensidad y ritmo alto bajo el sol de Ferrol. El Ourense CF, firme y sin complejos, encontró pronto el premio: Hugo Sanz, en una acción calcada a la que él mismo inició por banda derecha, remató en plancha un centro medido de Guerrero para batir a Parera y poner el 0-1 en el minuto diez.
El tanto encendió a los visitantes, que rozaron el segundo con un disparo de David Muñoz que se estrelló en el palo. El Racing, desconocido y algo desorientado, trató de reaccionar sin demasiada claridad mientras el Ourense controlaba el ritmo con solvencia y oficio.

⚙️ Revolución de Pablo López tras el descanso
Con su equipo por detrás, Pablo López movió ficha en el entretiempo introduciendo un triple cambio que cambió el guion. Entraron David Concha, Migue Leal y Tejera, y el Racing ganó energía, profundidad y fe.
El empuje local tuvo su recompensa: David Concha, con un golpeo ajustado desde la frontal, batió a Álvaro Ratón y levantó a A Malata con el 1-1. El empate devolvía la emoción a un derbi que ya se jugaba más con el corazón que con la cabeza.
🧱 Final eléctrico y sin concesiones
El tramo final fue un pulso de nervios. Las faltas tácticas y los parones marcaron el ritmo de unos últimos minutos de máxima tensión, con ambos equipos midiendo cada riesgo. El árbitro añadió diez minutos de descuento, pero ni Racing ni Ourense encontraron el golpe definitivo.
El pitido final dejó un sabor agridulce: el Racing salvó un punto y gracias, mientras que el Ourense CF demostró personalidad y solidez ante un rival de peso.

💚 A Malata, una fiesta del fútbol gallego
Más de 5.500 espectadores disfrutaron de un derbi cargado de emoción, con dos equipos que mostraron su identidad: el Racing, nunca rendido; el Ourense, competitivo y valiente.
El empate mantiene a ambos en la pelea por sus objetivos, y deja claro que este fútbol gallego de Primera Federación atraviesa un momento dulce.