El Deportivo rescata un punto en un final de infarto tras un penalti forzado por Zakaria Eddachouri y transformado por Yeremay 😱
El Deportivo de La Coruña volvió a Riazor con la obligación de cortar una racha que empezaba a doler. Y lo hizo tirando de épica. En un partido trabado, donde el Valladolid rozó el triunfo hasta el último segundo, una disputa en el área protagonizada por Zakaria Eddachouri cambió el destino. El extremo franco-marroquí se jugó el cuerpo en una pugna por un balón dividido, cayó dentro del área y el VAR intervino: penalti.
Yeremay asumió la responsabilidad y, con hielo en las venas, transformó el lanzamiento en el minuto 97 para desatar la locura en un Riazor que pasó del lamento al rugido.
😬 Un primer tiempo que dejó frío a Riazor
El conjunto de Antonio Hidalgo nunca encontró el ritmo en la primera mitad. Faltó velocidad, sobró imprecisión y el Valladolid lo aprovechó. Los visitantes, más ordenados y con mayor presencia ofensiva, se adelantaron con un penalti cometido por Barcia sobre Marcos André.
Latasa no perdonó desde los once metros y colocó el 0-1. El Dépor, sin claridad ni chispa, se fue al descanso bajo una sensación de impotencia y nerviosismo.
🟥 La roja que dio aire al Dépor
Nada más reanudarse el encuentro, el duelo dio un giro. Marcos André, autor de la jugada del primer penalti, fue expulsado por doble amarilla tras una dura entrada. Con superioridad numérica, Hidalgo movió el banquillo: entraron Luismi Cruz, Zakaria y Cristian Herrera para intentar cambiar la dinámica.
El Dépor empujó, con Riazor creyendo y rugiendo, pero se topó una y otra vez con un Guillerme inspirado bajo palos.
⚡ El desenlace: Zakaria se la juega y Yeremay ejecuta
Cuando el partido moría, en el minuto 95, Zakaria Eddachouri peleó un balón dividido dentro del área. En la disputa con un defensa pucelano acabó cayendo y, tras la revisión del VAR, el árbitro decretó penalti. La decisión desató protestas visitantes, pero la grada lo celebró como un gol.
Yeremay tomó el balón, respiró y definió con frialdad al centro. 1-1. Riazor tembló. Los jugadores coruñeses corrieron hacia la grada en un estallido de alivio y emoción.
📉 Cinco sin ganar, pero el alma intacta
El Dépor suma ya cinco jornadas sin conocer la victoria, una losa que pesa en la clasificación, pero no en el espíritu. A pesar de no haber podido conseguir una victoria, el equipo mostró orgullo, coraje y ese punto de rebeldía que tanto pedía su afición.
El empate ante un rival directo como el Valladolid puede ser el punto de partida para recuperar confianza de cara a la Copa del Rey, donde los herculinos buscarán transformar la fe en victorias.
