Una eternidad sin victorias continentales
El Celta de Vigo volvió a saborear el triunfo europeo tras casi 3.100 días de espera. Balaídos vibró con un 3-1 frente al PAOK de Salónica en un duelo cargado de tensión y emoción. Claudio Giráldez logró que su equipo se levantara tras un inicio accidentado y devolvió la ilusión a la afición celeste en la Europa League.
Un error que pudo costar muy caro
El choque arrancó con nervios. Una mala coordinación entre Manu Fernández y Javi Rueda regaló el tanto inicial a los griegos, dejando helado al estadio. El mazazo psicológico parecía demasiado grande, pero la reacción no tardó en llegar.
El capitán encendió la chispa ⚡
En el peor momento apareció Iago Aspas, el eterno salvador celeste. Con un cabezazo de manual, el «10» puso el empate y devolvió la fe a un equipo que hasta entonces había mostrado más dominio que acierto. El tanto fue un verdadero punto de inflexión en el duelo.
Borja Iglesias, instinto asesino 🐼
Ya en la segunda mitad, el «Panda» sacó a relucir su olfato goleador. Una volea letal culminó la remontada y confirmó su idilio con el gol, firmando su sexto partido consecutivo marcando en el fútbol profesional. El delantero vive un momento de inspiración total.
Swedberg puso la guinda ✨
El sueco cerró la cuenta con el tercer gol, premiando el esfuerzo colectivo y sellando una victoria que sabe a redención. Pese a la solidez del portero Pavlenka, el Celta terminó imponiendo su pegada.
Claves de una noche histórica
- Aspas eterno: volvió a marcar en Europa tras más de ocho años.
- Borja en racha: seis jornadas consecutivas viendo puerta.
- Resiliencia: del error inicial a una remontada para el recuerdo.
Europa vuelve a escuchar a Balaídos 🌍
El triunfo devuelve confianza a un Celta que llevaba tiempo sin brillar fuera de las fronteras españolas. La afición estalló en júbilo con la certeza de que este equipo puede soñar.