Un inicio de Liga que hace saltar las alarmas
El Celta de Vigo sigue sin levantar cabeza y acumula ya siete jornadas sin ganar. La derrota en el Martínez Valero (2-1) frente a un Elche arrollador ha dejado tocado al equipo y a su técnico, Claudio Giráldez, que no ocultó su frustración tras el encuentro.
El mea culpa del entrenador celeste
Con gesto serio y voz entrecortada, el preparador de Porriño reconoció abiertamente su responsabilidad:
“El culpable soy yo. No encontramos la fórmula y estamos siendo superados”.
El técnico gallego admitió que su plantilla no fue capaz de igualar la intensidad del rival, que jugó a un ritmo imposible para los célticos.
Elche pasa por encima de un Celta irreconocible
El partido empezó con goles tempraneros: André Silva adelantó a los locales y Borja Iglesias respondió rápido para empatar. Pero la segunda mitad fue un monólogo franjiverde, culminado con el tanto decisivo de John Chetauya.
Radu mantuvo con vida a los vigueses con varias paradas de mérito, pero ni Aspas pudo evitar el naufragio final.
Señalados y justificaciones
Giráldez explicó los cambios de Mingueza y Moriba:
- El primero, por una amarilla peligrosa.
- El segundo, mermado físicamente por problemas estomacales.
Sin embargo, ni los ajustes tácticos ni la entrada de Williot y Aspas lograron alterar el guion de un choque donde el Celta fue un equipo sin alma.
Clasificación preocupante 😰
El balance es demoledor: 5 puntos de 21 posibles. Los vigueses están atrapados en la zona baja de la tabla y el ambiente empieza a enrarecerse. Giráldez lo sabe:
“Estamos en un momento delicado, toca reflexionar y trabajar más que nunca”.
La afición pide reacción inmediata
El runrún en Balaídos ya es evidente. El equipo no convence ni en juego ni en resultados, y la paciencia se agota. La pregunta que muchos se hacen: ¿cuánto crédito le queda a Giráldez?