Manu Amor #FutbolFerrol
Grandes amigos, ex compañeros y, este domingo, rivales. Pablo Rey (Ferrol, 1985) y Juan Martínez (Cedeira, 1990) mantienen una relación especial. “Es un tío increíble. Todo el mundo habla maravillas de él”, asegura el capitán del Racing. Su homólogo en As Somozas tampoco escatima en elogios hacia el mediapunta: “Cuando salí de juveniles, y él volvía del Narón, me ayudó muchísimo. Me ha marcado a nivel personal. Es gente de la que merece la pena conocer”.
Pablo cumplirá frente al Somozas su partido 350 con la camiseta verde. “Es una referencia, talento puro, no como yo (risas). Tuvimos etapas de crecimiento paralelo, pero el suyo acabó siendo diferente. Ha hecho historia en el club. Estoy orgulloso de ser su amigo”, asevera Juan. Mientras el ferrolano cursa la carrera de Fisioterapia, Martínez corrobora que hay vida más allá del fútbol: “He abierto un bar con mi mujer y estudio el tiempo que puedo. Sabemos que el deporte tiene una duración limitada”.
La de mañana será la cuarta visita del equipo somocense a A Malata en Tercera División; en las tres anteriores, dos victorias para los visitantes y un triunfo local. “Los derbis siempre son distintos”, dice Rey. Los pupilos de Manolo García se agarran al factor motivacional, como reconoce su timón en la medular: “El otro día mi padre me insinuaba que ya estaba acostumbrado a jugar en A Malata. Me gustaría sacar la chulería y decir que es un partido más, pero te estaría mintiendo. Cuando abres el calendario el primer día, siempre miras cuándo te enfrentas a un exequipo y encima al Racing”.
Mucho, por no decir todo, ha cambiado desde la jornada inicial. Aquel 26 de agosto, el bloque de Emilio Larraz cayó goleado (4-0) en el Candocia. Fue el primer colista de la competición. Pablo Rey vivió el choque desde la grada: “Piensas que, después de tanto sufrimiento, a lo mejor te espera otro año complicado, que no sea el del ascenso. Pero no hay que olvidarse de ese partido. Nos levantamos, volvimos a creer y el tiempo nos ha dado la razón”.
El Somozas, primer líder, se introdujo en una dinámica negativa que desembocó en la dimisión de Stili. Ahora, tras casi dos meses sin perder, la nave parece haber reflotado. “La clave es el tiempo, necesitábamos un período de adaptación. ¿El play off? Es la parte más importante de un trabajo: cuando las cosas van bien, pensar que pueden ir mejor. Todos tenemos esa ilusión, pelearemos por ello. Es una obligación creer que podemos hacer cosas importantes”, expresa su capitán.
Si a algo se agarra la escuadra visitante, además, es a su fortaleza defensiva. “Manolo trabaja muchas variantes. Implantó su criterio y nos está yendo muy bien. Sabemos que, para ganar, no podemos conceder nada”. Pablo Rey -12 goles en 17 duelos- emerge como factor diferencial para derribar el muro: “Sigo sin considerarme un goleador, soy más de crear y asistir. Los entrenadores solían decirme que fuese un poco más egoísta a la hora de armar el tiro”.
El gran líder de los verdes está a solo ocho tantos de igualar a Pazolo, máximo anotador de la historia del club: “Es un objetivo, a todo el mundo le gustaría. Sería un orgullo que se me recordase por llegar a esos números”. Juan, en cambio, no ve portería desde hace tres años: “Si marco, tendría que celebrarlo hasta Pablo”.
Es la historia de dos amigos que se respetan, admiran y quieren. “Uno de los de verdad, no de los de WhatsApp”, admite Martínez. Una relación forjada alrededor de la pelota, pero que excede los límites del terreno de juego. “Espero que no nos demos muchas patadas”, concluye el cedeirés. Como el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes, que diría Eduardo Galeano, ambos brindan por seguir considerándose algo más que excompañeros. Eso sí, a Juan aún le queda la puntilla: “Vamos a ganar 1-2”.
