Este domingo a las 19:00 horas el Deportivo de La Coruña recibe en Riazor al Celta B. Un enfrentamiento cuya importancia va más allá de la clasificación, pues un mal resultado podría incluso poner en jaque la continuidad de Óscar Cano al frente del Deportivo.
Después de la derrota frente a la Cultural Leonesa, el Deportivo de La Coruña ha de reponerse y enfrentar, una año más, al filial de su máximo rival. Este derbi llega en un momento delicado para los blanquiazules: solamente han ganado 1 partido de los últimos 6 lejos de Riazor y encadenan tres jornadas sin ganar. Este pequeña mala racha ha causado que parte de la afición deportivista exigiese el cese del técnico en el Reino de León al grito de «¡Óscar Cano dimisión!».
Situación opuesta a la que vive el Celta B, el equipo más en forma del grupo 1 de Primera RFEF. Los celestes lograron 7 victorias en los últimos 10 partidos y se sitúan en el quinto puesto con 49 puntos, por lo que un triunfo en Riazor permitiría a los vigueses superar en la clasificación a su máximo rival.
Lucas Pérez, entre algodones
El Deportivo afronta el derbi con la necesidad de 3 puntos que despejen las dudas que se ciernen sobre el proyecto. Los blanquiazules no logran una victoria desde hace un mes, con el 5-0 al Badajoz en Riazor, lo que ha causado que queden relegados al tercer lugar y a distanciarse más del Alcorcón.
A pesar de todo, la plantilla del Deportivo está motivada y con ganas de demostrar delante de su afición. «Tenemos que recuperar esa senda de buenos resultados y el partido que tenemos frente a nuestras narices es el del domingo», señaló Óscar Cano.
Respecto a las críticas, Cano considera que «el cargo de entrenador se ha sobredimensionado y tenemos que aceptar que cuando vienen mal dadas seamos el blanco de todas las críticas». «Trato de relativizar la cosas y centrarme en lo que yo puedo modificar desde mi cargo», declaró.
Olabe se perderá el duelo por acumulación de tarjetas, mientras que Lucas Pérez es duda debido a un proceso febril. Con todo, el técnico deportivista confía en que se recupere de cara al domingo.
Al asalto de Riazor
Tras vencer al 0-1 al Sanse y 2-0 al Badajoz, el Celta B visita al Deportivo sin presión y con ganas de disfrutar el derbi. Es el equipo más en forma del grupo, por encima del Racing de Ferrol y el Ceuta, lo que permite encarar el partido sin tensiones añadidas.
Claudio Giráldez considera que será un partido distinto «por la connotación de un derbi» y la masa social que habrá en Riazor, aunque lo afrontan con normalidad. Señaló que el Celta B tiene que «estar concentrado en lo que pasa dentro del terreno de juego» y no en el ruido que rodea al choque.
Destacó además que el Deportivo «es el mejor equipo local de la liga, perdieron sólo un partido en casa y fue con el anterior entrenador». «Tendremos que intentar sujetarles muy bien a nivel defensivo, tener la capacidad de quitarles el balón, de hacerles daño en transición y, sobre todo, aprovechar los momentos que tengan de debilidad», indicó Giráldez.
Causarán baja Miguel Rodríguez por acumulación de tarjetas y Barcia por lesión, mientras que Lauti y Losada son duda.
Posibles onces iniciales
RCD: Mackay, Martínez, Sánchez, Lebedenko, Antoñito, Isi, Villares, Díez, Soriano, Quiles y Lucas Pérez.
CEL: Joel, Gael, Carlos Domínguez, Javier Domínguez, Medrano, Sotelo, Calderó, Carrique, Álvarez, Blanco y Durán.