Este miércoles se ha conocido la sentencia del Juez de Competición, la cual le da la razón al Pontevedra y retira la tarjeta amarilla a Churre, permitiéndole disputar el partido de este domingo en tierras madrileñas frente a un rival directo
El central granate veía el pasado domingo frente al Adarve su quinta amonestación de la temporada. El acta recogía que Víctor Vázquez le propinaba una patada a su adversario de forma temeraria y sin estar el balón en juego. Dicha infracción se castiga con tarjeta amarilla según el reglamento, pero el club lerezano presentó pruebas gráficas en defensa del jugador gallego, con el fin de que Competición le retirase la amonestación y que pudiese disputar el partido de este domingo.
Esta vez, el cuadro de Ángel salió victorioso y su reclamación fue aceptada, por lo que el técnico granate podrá contar con su central de garantías para el partido frente al Navalcarnero. El encuentro es tan importante como el disputado la pasada semana frente al Adarve, por lo que contar con la plantilla al completo es fundamental para llevarse los tres puntos de un campo tan complicado como es el Mariano González.
La importancia del partido
Si bien el club enfocó su encuentro frente a la Unión Adarve como el más importante de la temporada, el partido que tendrá lugar este domingo no será menos para los granates. Todo ello lo analizaremos en profundidad en la previa del encuentro, pero es destacable resaltar que una victoria del Pontevedra frente al Navalcarnero le darían a los gallegos un colchón de seis puntos frente al tercer puesto.
Además, los de Ángel están a un partido de la primera posición, custodiada por el Adarve. El club madrileño ya ha demostrado que puede pinchar en cualquier momento, y que la solidez mostrada en la primera vuelta se ha disipado en este tramo final, por lo que es tarea del club seguir sumando de tres en tres para aprovechar cualquier despiste del actual líder del grupo.
Si algo ha quedado claro en estas 27 jornadas de campeonato, es que la pareja de centrales formada por Churre y Soto es una de las zagas de mayor garantía que ha tenido el Pontevedra en las últimas temporadas. Ambos jugadores se han convertido en inamovibles del XI inicial de Ángel, siendo fijos en cada partido siempre que las circunstancias lo han permitido.