Por Raúl Vázquez
El Compostela disputa la cuarta jornada de liga en el Vero Boquete de San Lázaro, el domingo 25 de Septiembrea las 18:00 horas.
Un Compos condicionado por las bajas
El equipo que dirige Fabiano está totalmente condicionado por las bajas, además del problema añadido de acoplar a los nuevos fichajes, hay una plaga de bajas, entre lesiones y sanciones.
Fer Beltrán es baja por dos partidos por la expulsión del partido ante el Ourense CF con el partido ya finalizado en O Couto, que finalmente acabó en empate. Mario Rodríguez se lesionó en ese mismo partido y estará de baja unas cinco semanas al menos; Mario Constela también es baja por un problema en un tobillo y Parapar recayó de un problema en una rodilla, una lesión que ya tuvo la temporada pasada, que le impidió entrenarse durante la semana y será por tanto difícil que llegue al domingo, si llega no lo hará en sus mejores condiciones. Por otra parte está el caso Pablo Antas, que ya entrena con el equipo, pero no al 100% y es duda para el domingo, igual que Allyson hasta última hora.
Solo vale ganar
Aún con este panorama, el Compostela tiene que salir a ganar tal como insistió Fabiano en la previa. Después de no ser capaces de ganar el domingo pasado en O Couto, en este partido no vale otra cosa que no sea una victoria.
Fabiano quiere que su equipo domine el partido y someta al rival. Está claro que si el Compostela no es capaz de ganar el domingo dejará un mal sabor de boca a sus aficionados y los puestos de play-off se irán alejando cada vez más y los puestos de descenso estarán cada vez más cerca, a pesar de ser esta aún la cuarta jornada. Además San Lázaro dejaría de ser un fortín, como lo ha sido otras temporadas y al Compostela sacar puntos fuera de casa le cuesta.
Fabiano valoró positivamente en la previa la fortaleza mental del equipo que no se viene abajo con el marcador en contra y es capaz de darle al vuelta a los partidos. En lo que si incidió es en que el equipo es débil jugando sin balón.
El Rival
Sobre la U.P. Langreo, Fabiano mostró respeto por un rival, en el que reconoce que, aunque no fueran capaces aún de puntuar es un equipo bien trabajado y dominan distintos tipos de juego.
El Langreo es el «pechacancelas» del grupo I de la Segunda Federación, marcó dos goles y encajó seis, y el domingo pasado recibió una dura derrota en su feudo ante un rival, también asturiano, que lucha también por evitar el descenso, como es el Marino de Luanco.
A pesar de que sólo se lleven disputadas tres jornadas, en Langreo ya empieza a haber nerviosismo, hay gente que ya no confía en el equipo, hay muchas dudas, a pesar de que Roberto Robles continúa como entranador desde la pasada temporada, el equipo está totalmente renovado, sólo siguen ocho jugadores de la temporada pasada.
El Langreo a pesar de basar buena parte de su juego en la defensa, no renuncia al balón, como ya explicó Fabiano en la previa, el año pasado en San Lázaro causó muchos problemas y se ganó el partido por una genialidad de Pablo Durán, es por eso que aquí nadie se puede confiar.