🏟️ 24 años de espera… ¡reventados en 120 minutos de locura!
El Real Oviedo está de vuelta en La Liga. Sí, leíste bien. El club carbayón ha regresado a la élite 24 años después, y lo ha hecho por la puerta grande: con una remontada memorable ante un Mirandés que vio desvanecerse su sueño entre lágrimas y azules.
El Carlos Tartiere fue una caldera, un grito colectivo, una marea azul incontenible que empujó al equipo de Veljko Paunovic hacia la gloria. 3-1. La historia está escrita, y lleva la firma de un hombre de 40 años con alma de niño: Santi Cazorla.
🧙♂️ El último truco del Mago Cazorla
Con la eliminatoria cuesta arriba y el Tartiere mudo tras el gol de Panichelli, Cazorla agarró el balón, la responsabilidad y el alma del equipo. Marcó de penalti el empate, dirigió como un capitán sin brazalete y dejó el césped a los 70 minutos, ovacionado como un semidiós. Su último baile, quizás, pero uno inolvidable.
“No sé si seguiré, pero esto… esto ya es eterno”, dijo tras el partido.
⚡ El gol de la esperanza… y el de la locura
Ilyas Chaira encendió la chispa del milagro en el segundo tiempo con el 2-1 que igualaba la eliminatoria. El Tartiere rugía. Pero aún faltaba la estocada final: en la prórroga, Portillo empaló una volea a la escuadra que ya es parte de la leyenda oviedista. El 3-1 desató la locura.
Invasión de campo, abrazos entre desconocidos, lágrimas, cánticos. Oviedo vivió una noche de catarsis.
😢 El Mirandés, digno hasta el final
El equipo de Miranda de Ebro fue un rival bravo, incómodo, que compitió hasta el último aliento. Golpearon primero en ambos partidos, pero no supieron resistir la embestida emocional del Tartiere. Se van con la cabeza alta… y el corazón roto.
👑 Paunovic: “Este equipo no se rinde”
El técnico serbio supo tocar las teclas: sangre fría desde el banquillo, temple en los cambios, y una fe inquebrantable en sus hombres. Esta victoria también es suya. «No somos once, somos una ciudad entera», dijo. Y lo demostró.
📈 Oviedo vuelve a ser de Primera
La victoria no solo devuelve al club a la élite, también reabre heridas cerradas con esfuerzo: años de Segunda B, de dudas, de crisis. Hoy todo eso se borra. Hoy Oviedo es alegría, orgullo, y Primera División.
