El filial celeste volvió a sacar músculo en casa, desquició a una Ponferradina que perdonó lo imperdonable y resolvió el partido a base de pegada en la recta final. Óscar Marcos y Somuah firmaron un triunfo de prestigio para un Celta Fortuna que se aferra a la zona noble de la tabla.
Un Balaídos mandón y un Celta Fortuna con la pelota entre ceja y ceja
El guion estaba tan claro como una pizarra de pretemporada: dominio del balón, presión alta y una Ponfe obligada a correr detrás del esférico desde el minuto uno. Los de Fredi Álvarez, con su 5-2-3 camaleónico, marcaron el territorio rápido.
Hugo González abrió el fuego con un latigazo cruzado que obligó a Ángel a agigantarse. Álvaro Marín, siempre inquieto entre líneas, también avisó con un cabezazo que no encontró premio.
Aun así, la Ponferradina tuvo sus minutos de peligro, casi siempre fruto de errores celestes en salida. Capdevila, Óscar Marcos y Angelito Arcos recuperaban, mordían y volvían a empujar hacia arriba. Balaídos respiraba control… pero faltaba pólvora.
La Ponfe perdona y Coke levanta el muro
Si un partido cambia por detalles, esta vez el detalle llevaba guantes. Coke Carrillo firmó una parada de las que salen en los resúmenes: Frimpong recibió en la frontal tras un robo alto, armó un disparo ajustado y el meta celtiña voló para evitar el 0-1.
La Ponfe tuvo dos más clarísimas: Borja Vázquez, solo ante el portero, cruzó un disparo blandito; y Capdevila, en la reanudación, erró por centímetros tras otra pérdida visitante.
Los bercianos reclamaron penalti sobre Andújar en dos jugadas revisadas por el VAR… pero nada. La tarde se les empezaba a atragantar.
Óscar Marcos rompe el partido con un misil desde la frontal
El duelo pedía un golpe de mando, y Óscar Marcos lo entregó en una bandeja de plata. Minuto 75: balón suelto en la frontal, golpe seco, rosquita perfecta al poste y Ángel volando tarde para intentar lo imposible.
Balaídos estalló.
El Celta Fortuna, por fin, traducía en el marcador todo lo que venía generando en el césped.
Somuah sentencia a la carrera: puro ADN de filial
Con la Ponfe volcada buscando el empate, los espacios aparecieron como autopistas. Somuah, que llevaba minutos oliendo sangre, cazó un balón en banda izquierda, encaró, aceleró y desde la frontal soltó un derechazo a la jaula.
2-0. La rúbrica perfecta para una segunda parte de manual.
Un triunfo que reafirma el proyecto celeste
El Celta Fortuna volvió a su versión más reconocible:
- posesión y ritmo alto,
- presión que obliga al error,
- extremos verticales,
- pegada final en Balaídos, donde solo el Guadalajara había ganado.
La Ponfe se marcha con la sensación de haber desperdiciado sus mejores opciones y con la impotencia de un VAR que no cambió nada. Los celestes, mientras, celebran un triunfo que huele a crecimiento, madurez y candidatura firme a seguir en los puestos más altos de la tabla.
