El objetivo, más que Europa, es no descender. Es lo que habrán pensado los celtistas más optimistas tras las siete jornadas sin perder, algunas de manera increíble como la anterior en el Sánchez-Pizjuán.
Para evitar acabar con los huesos en Segunda División ha sido muy importante lo que ha hecho el equipo dirigido por Carlos Carvalhal en las siete jornadas anteriores a la visita del Mallorca. Importante y difícil.
El Celta ha aguantado una racha de siete partidos sin perder. Ver lo complicado que es mantenerse tanto tiempo puntuando en cada partido de manera consecutiva, casi una quinta parte del campeonato, lo dice el hecho de que hacía siete temporadas que el conjunto vigués no lo conseguía.
Fue entre las jornadas 29 y 35, ambas incluidas, de la temporada 2015/16. En dicha racha, el Celta superó a la R. Sociedad en Balaídos (1-0) y al Valencia en Mestalla (0-2), empató contra el Deportivo en Balaídos (1-1), ganó al Sporting en Gijón (0-1), empató a un gol contra el Betis y el Espanyol, en Vigo y Cornellá, cerrando el ciclo con un 2-1 ante el Granada en Galicia. El ciclo se cerró ahí antes de perder contra el Athletic en San Mamés (2-1). Quince puntos de 21 posibles, con el equipo subiendo de la séptima a la quinta plaza. Fueron dos puntos más que en la actual, en la que el equipo subió de la decimocuarta a la décima.
