Los verdes firman su peor actuación del curso, sin soluciones y sin capacidad para competir ante un rival que les pasó por encima en cada fase del partido
Un inicio para olvidar: sometidos y sin respuesta
El Racing de Ferrol vivió una tarde negra en Lasesarre. No hubo fases, no hubo alternativas, ni hubo plan. El Barakaldo dominó con una claridad insultante, generando una avalancha ofensiva que las estadísticas reflejan sin filtros:
- 15 disparos del Barakaldo por apenas 2 del Racing
- 7 tiros a puerta de los vascos, por solo 1 de los ferrolanos
- Barakaldo 1 tiro fuera – Racing 8
- Duelos, ritmo, presión y metros ganados: todos para los gualdinegros
La sensación desde el primer minuto fue de equipo superado, desconectado y sin personalidad, ante un Barakaldo vertical e incisivo.
0-1: un regalo inesperado en la única llegada del Racing
Paradójicamente, quien golpeó primero fue el Racing… sin proponérselo.
Minuto 20. Falta lateral ejecutada por Pascu con tensión hacia el área. Zalaya entraba con ventaja, pero Dufer, en un intento desesperado por despejar, terminó enviando el balón a su propia portería.
Un gol que no nació de una jugada elaborada ni de una acción peligrosa, sino de la única situación en la que el Racing pisó campo rival con cierto orden.
Era el 0-1. Un premio inmenso sin apenas méritos en un partido en el que los ferrolanos estaban siendo claramente barridos del césped.
1-1: la justicia del partido antes del descanso
El empate era cuestión de tiempo. El Barakaldo acumulaba nueve disparos antes del descanso, con llegadas constantes por ambas bandas y un Eric Pérez desatado.
Minuto 44.
San Bartolomé recibe entre líneas, arrastra marca y filtra un balón preciso para Eric Pérez. El atacante define al palo corto, sorprendiendo a Parera en uno de los pocos tiros que el meta no pudo repeler.
Un gol construido, trabajado, elaborado… exactamente lo contrario al del Racing.
Era el 1-1, pero el Barakaldo llevaba minutos mereciendo más.
Un regreso sin alma: el Racing desaparecido
La segunda parte fue un monólogo vasco.
El Racing no generó ni una sola acción de verdadero peligro durante 40 minutos.
No había circulación, no había estructura en salida, y las pérdidas eran constantes.
Mientras, el Barakaldo:
- Estrelló un balón en el palo
- Anotó otro gol, anulado por fuera de juego
- Disparó 6 veces más
- Aislamiento total del Racing: solo un tiro en toda la segunda mitad
Ni los cambios de Pablo López cambiaron la dinámica. Ni ritmo, ni soluciones, ni agresividad.
2-1: el gol que reflejó todo el partido
Minuto 85.
Markel Arana atraviesa el campo sin oposición, cruzando una defensa verde convertida en decorado. Nadie sale, nadie temporiza, nadie achica. Tras ese paseo por el centro del área, sirve en bandeja a San Bartolomé, que solo tiene que empujarla.
Es un gol que reúne en tres segundos todo lo que fue el Racing hoy:
- Falta de intensidad
- Falta de basculación
- Falta de duelo individual
- Falta de lectura defensiva
Un gol demoledor, tan evitable como merecido.
Era el 2-1, y esta vez no hubo respuesta ni siquiera emocional.
Conclusión: derrota dura… y preocupante
Los números no mienten.
El Racing solo tiró dos veces en todo el partido y una a puerta.
El Barakaldo fue un huracán: 15 disparos, 7 entre palos, un palo, un gol anulado y dominio abrumador.
La imagen fue incluso peor que los datos: pasividad, desconexión, errores reiterados y un equipo sin soluciones desde el banquillo.
El Racing de Ferrol firmó en Lasesarre su peor encuentro de la temporada.
Un aviso serio para un equipo que, si quiere aspirar a algo, no puede repetir un partido tan pobre.
