Un giro inesperado en la rivalidad
En un giro sorprendente, Cristiano Ronaldo ha mostrado un lado desconocido al declarar en una entrevista que siente un profundo afecto por Argentina y, además, por su viejo rival Lionel Messi. El astro portugués, que durante años protagonizó una de las rivalidades más intensas del fútbol, confesó que su cercanía con la cultura argentina viene de casa: su pareja es argentina y eso le ha permitido conocer y amar el país. Incluso reveló que ha recibido invitaciones para jugar el Mundial de Clubes allí y que, a pesar de su edad, nunca descarta nada.
Amor albiceleste 🥰
Durante la charla, Cristiano no escatimó en elogios hacia Argentina. “Tengo mucho cariño por Argentina porque mi mujer es argentina”, reconoció, mientras sonreía y recordaba cómo la calidez de los argentinos lo conquistó. Además, se mostró abierto a un futuro en el país sudamericano: aunque ya tiene 40 años, aseguró que no cerrará la puerta a jugar en tierras argentinas si surge la oportunidad. Estas palabras desataron la imaginación de los aficionados, que ya sueñan con ver al luso vistiendo alguna camiseta de la liga argentina.
Anécdotas con Messi 🗣️👬
La mayor revelación llegó cuando habló de su relación con Lionel Messi. Lejos de una rivalidad amarga, Cristiano recordó con cariño los años en que compartieron escenario en ceremonias de premios. “Messi no hablaba inglés y yo le traducía durante las galas”, contó entre risas. Según él, esa asistencia ayudó a forjar un respeto mutuo que se ha mantenido a lo largo de los años. Admitió que, aunque fueron rivales en el campo, siempre se han tratado con respeto y estima.
¿Un sueño compartido? ⚽🤝
El portugués, consciente de su legado, no descarta absolutamente nada. “Nunca puedo decir ‘de esta agua no beberé’”, reflexionó, dejando abierta la posibilidad de que algún día juegue en Argentina. Su mensaje ha encendido las redes sociales y los debates de los aficionados, quienes ven cada vez más posible un encuentro amistoso entre ambos ídolos bajo la misma camiseta.
La entrevista, lejos de avivar la rivalidad, mostró a un Cristiano Ronaldo maduro, cercano y dispuesto a valorar lo que alguna vez fue inimaginable: un elogio sincero a Messi y a la tierra de la Albiceleste.