El Deportivo es grande esté donde esté. Su gloria está fundamentalmente en su pasado. En el presente solo mantiene el nivel una masa social de 28.000 abonados. Mucho se habla de cómo ha podido suceder. Ha llegado el tiempo en el que no todos culpabilizan a Tebas, al Fuenlabrada, a la entente Footters-Rubiales, o a la mala suerte. Difícil es convencer de lo que no es a 28.000, como empezó a escucharse en Riazor tras el empate con el Sestao River.
El Deportivo quiso ilusionar al aficionado removiéndose en el dolor de la derrota de Castellón. Cayó Rosende, luego De la Barrera, después Couceiro y, tras una recomendada desaparición del escenario, acabó haciéndolo Villasuso. Pero todo sigue igual, lo que jamás justificará a esos caídos.
El fichaje de Idiakez no ilusionó, los resultados mucho menos. El empate inaugural frente al Rayo Majadahonda alertó a los otros 18 competidores que Riazor era un lugar para sentirse jugador de Primera y, además, sacar puntos para contar luego una historia de viejo con el paso de los años.
El equipo llegó a ser el sexto gallego al ir por debajo del Celta Fortuna, el Lugo y el Arenteiro. Dicen que la victoria en Espiñedo salvó a Idiakez. ¿Quién lo sabe? Peor que Cano no hubo nadie en los últimos tiempos y se le aguantó hasta más allá de lo permitido, pese a habérsele atragantado al aficionado en su segundo partido en el banco (recuerden aquella rueda de prensa tras la derrota ante el R. Madrid Castilla).
Idiakez tiene un discurso, es agradable. Llegó sin estar contrastado y encontró una plantilla mermada. Sin Soriano, ni Quiles y con Lucas, el hombre del millón de euros en Tercera División, que ya no marca. Lo endiosaron como si la gente se olvidase que solo podría llegar a ser un demiurgo. Los grandes fueron otros y están en el Olimpo deportivista. Bebeto, Mauro Silva, Djalminha, Makaay (no confundir con Mackay), Molina, Fran, y hasta Djukić e incluso Donato, porque ese Olimpo solo está dedicado al fútbol de gloria.
También se encontró con la incomprensión arbitral. En el partidazo del Ángel Carro, a Peke le pegaron hasta en el alma para acabar con su destreza y rapidez. Luego se lesionó Barbero. Después vinieron el ridículo de Irún, la segunda decepción histórica contra el segundo equipo del Celta, la sensación de que nadie sabe crear y nadie sabe marcar y las protestas del partido ante el Sestao River.
Lo mejor de los 17 primeros partidos de Liga es que ese Deportivo que ha exasperado a su gente está en la pomada. Lo mejor es pensar que este torneo es flojo, al menos en el grupo I de Tercera División, que el conjunto herculino está a una victoria entrar en zona de fase de ascenso, que volver a Segunda sigue siendo una esperanza para el 2024 y que se podría empezar a olvidar el peor momento deportivo de la historia blanquiazul.
28.000 héroes huérfanos, haciéndose a sí mismos, más una legión de incontables que no tiene carné, pero hacen que Riazor lata hasta en la derrota. Son ellos y nadie más que ellos. Cuentan que un judío de Nazaret echó a los cambistas y a los fariseos del templo. Dos mil años después, Abanca-Riazor es el templo del deportivismo. Desde que a Riazor le añadieron otro nombre, parece que el mal fario entrase en el hogar y no quiera marchar. Horrible coincidencia en tiempo de Navidad.
Jugar mal, ganar poco y una pequeña muestra de datos estadísticos individuales ligueros para llegar al descanso navideño:
Total de jugadores convocados en 17 jornadas:
33
Más convocatorias:
Alberto, Germán, Barcia, Pablo Vázquez, Paris, Villares, David Álvarez y Martín Ochoa (17)
Más titularidades:
Pablo Vázquez y Villares (17)
Más veces sustituido:
Villares (8)
Más veces entrando como suplente:
Cayarga, Mella y Pablo Valcarce (8)
Más partidos:
Pablo Vázquez y Villares (17)
Menos partidos excluyendo a los de 0:
Diego Gómez y Kevin (1)
Más minutos jugados:
Pablo Vázquez (1.530)
Menos minutos jugados excluyendo a los de 0:
Diego Gómez (4)
Máximo goleador:
David Álvarez (4)
Más goles en contra:
Germán (9)
Más tarjetas:
Pablo Martínez (6 = 5 TA + 0 DA + 1 RD)
Más veces convocado sin jugar:
Alberto (17)
Once tipo:
Germán
Paris – Pablo Vázquez – Pablo Martínez – Balenziaga
José Ángel – Sevilla – Villares
David Álvarez – Lucas – Peke
