Como si fuese lo habitual, el Pontevedra volvió a comenzar mal una temporada en el cuarto nivel del fútbol español.
Desde su bajada a los infiernos en la temporada 2010/11, primera vez que lo hacía en el siglo XXI, en más de la mitad de las ocasiones no ha sido capaz de vencer en las dos primeras jornadas de Liga.
En la 2011/12, fue la sorpresa de la jornada inaugural al caer en el Eugenio Pardo Conchado por 1-0 ante el Dorneda. Luego, ante un rival duro, el Cerceda, no pasó del empate en Pasarón (2-2). El equipo pasó cuatro campañas consecutivas en la Tercera gallega en las que alternó lo bueno y lo malo.
En la siguiente, su inicio fue poderoso. Derrotó al Rápido de Bouzas en el Baltasar Pujales (0-1) y al Alondras en Pontevedra (1-0), al contrario de lo que sucedería en el siguiente ejercicio, cuando no pasó del empate ante el Choco, en el Graciano Padín de Soutomaior (0-0), para ser derrotado en Pasarón por el Racing Villalbés (1-2). Ese período de alternativas iniciales se plasmó con los éxitos ante el Órdenes (0-1) y Bergantiños (2-0) en una campaña que acabaría en ascenso.
La reesructuración competicional lo hizo bajar en la 2020/21 al cuarto nivel, un hecho que, absurdamente, en la época se vendió públicamente como una permanencia. En ese cuarto nivel interautonómico (2ª RFEF), la temporada empezó con dos empates. El primero, en Pasarón, ante el Compostela (1-1) y el segundo, en El Soto de Móstoles ante el cuadro universitario (2-2).
Lo de la actual temporada está fresco. Derrota injusta ante el Torrelavega en Pasarón (1-2) y empate, tras un primer tiempo en el que pudo sentenciar, en los Anexos del Nuevo José Zorrila ante el Valladolid Promesas (1-1).
