La derrota en el Ciutat de València, algo habitual en la historia del racinguismo, no solo repetía la incapacidad del equipo verde para vender en el recinto granota, sino que por primera vez desde 2019 el equipo no encadenaba tres derrotas ligueras seguidas como forastero.
El contexto es muy diferente. La anterior fue en Segunda B (tercer nivel) y esta en Segunda División. Una de los factores comunes es que tanto en la 2019/20 como ahora, el Racing era un recién llegado a la categoría. En la primera de las citadas acababa de ascender a Segunda B, tras la eliminatoria de ascenso directo contra el Jaén; en la presente, tras lograrlo sin pasar por fase de ascenso alguna al quedar primero de grupo, como entonces, pero habiendo variado la normativa para los que lideran las competiciones divididas en varios grupos.
En la 2019/20, en las tres primeras salidas del torneo se produjo una secuencia que empezó en el Rafael Delgado Rosa “Sevilla”, de San Sebastián de los Reyes, continuó en O Vao, ante el Coruxo, y se cerró en Can Misses, frente al Ibiza, perdiendo en las tres ocasiones por 2-0.
En la actualidad, la mala racha comenzó ante el Eibar, siguió ante el Espanyol y ojalá se cierre con la derrota ante el Levante. El Sardinero dirá si la secuencia se detiene.
