Manu Amor #FutbolFerrol
Luis Santiago, técnico del Boiro, afronta este domingo (17:00, A Malata) un partido muy especial: abonado del Racing, el preparador herculino se define como un “ferrolano de adopción”. El amor propició que estableciese su vida en la localidad naval, donde reside. Más allá del componente emocional, el encuentro es una auténtica final para los barbanzanos.
Changui, presidente y jugador del conjunto boirense, decidió dar un cambio de timón hace tres semanas. Los malos resultados desembocaron en la destitución de Rubén López. Desde su llegada, Luis todavía no conoce la victoria: un empate (2-2 frente al Paiosaco) y dos derrotas (6-0 contra el Compostela y 1-4 ante el Arosa) han complicado la situación. A ocho puntos de la permanencia, todo lo que no fuese una victoria en el coliseo racinguista dejaría al Boiro con pie y medio en Preferente.
Él todavía no pierde la fe. Ni su plantilla: “Estamos bien de ánimo. El resultado contra el Arosa fue un golpe duro, pero engañoso. Nos mataron en diez minutos: del 40 al 45 y del 45 al 50. Ahí marcaron el 0-1 y el 0-2. Por lo demás, competimos bien hasta las dos expulsiones”.
La escuadra de Barraña tiene un calendario de aúpa para cerrar la temporada. Se medirá a cinco equipos en plena pelea por el play-off: Racing, Bergantiños, UD Ourense, Barco y Choco. Las bajas de hombres importantes no ayudan: “Los jugadores de más carácter, Changui, Anxo, Paco o Ander, nos han faltado. Óscar Martínez tampoco estaba recuperado cuando llegué, Manú sintió molestias el otro día… Aun así, donde perdemos puntos es en los micropartidos. Contra el Compostela, por ejemplo, nos perjudicó recibir un gol tan pronto. Después dejamos espacios”.
Para hacer daño al Racing, que viene de recuperar el liderato, tiene claro por dónde pasa la clave: “Hay que frenar a Pablo y a Joselu. Los conozco muy bien. La idea siempre es apostar por un fútbol combinativo, pero otra cosa es que el rival te deje plasmarla sobre el césped. En los tres partidos anteriores teníamos clarísimos los conceptos y no ganamos. Pero solo puedo obrar en base a lo que creo. También es necesario minimizar los errores individuales”.
El pasado domingo, el técnico decidió sentar a Rodri, portero titular, después de varios fallos groseros: “Cuando llegué, aposté por él. Pero fui claro: le dije que no podía esperar más por su rendimiento. Mario está entrenando muy bien, y estuvo bien contra el Arosa. Tuvo poco que hacer en los goles”.
En el equipo ferrolano es posible que debute Quique Fornos, último fichaje. Luis Santiago conoce bien al central pontés. De hecho, el excapitán del Fabril habló con el entrenador antes de tomar una decisión: “Es un gran fichaje. Lo mandé a la selección española sub-17 y sub-18. Le tengo mucho aprecio. Es polivalente, tiene carácter, va bien de cabeza, es un compañero excepcional… Me pidió su opinión y le aconsejé personalmente. El Racing es un club para crecer”.
Luis no cree que jugar en Tercera sea un paso atrás para el zaguero, indiscutible las dos últimas campañas en Segunda B: “Va a un equipo que exige mucho por su repercusión social, y que cumple lo que ofrece. Le vendrá bien. El proyecto es sólido, Ferrol es una plaza ideal y él por circunstancias familiares debe estar cerca de casa. Sabe que ser segundo no vale”.
Independientemente de los elegidos por Emilio Larraz, el técnico sabe que tendrá enfrente a los “mejores jugadores de la categoría”. Preguntado por la fórmula para ser los primeros en asaltar A Malata, lo tiene claro: “Hacer un partido perfecto”. Rendir por debajo del 10 solo puede conducir al fracaso.