Boicot blanco: ni rueda de prensa, ni entrenamiento tras el escándalo arbitral
Estalla la guerra a 24 horas de la final
El Real Madrid ha decidido romper con el protocolo previo a la final de la Copa del Rey 2025. El club comunicó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que no asistirá ni a la rueda de prensa oficial ni al entrenamiento programado en Sevilla.
Esta decisión llega tras las declaraciones de los árbitros Ricardo de Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes, que criticaron duramente los contenidos de Realmadrid TV en una intervención pública. Según el club blanco, sus palabras demuestran «animadversión y hostilidad» hacia la entidad.
Un comunicado que dinamitó Sevilla
El Real Madrid publicó un comunicado oficial donde calificó de «inadmisibles» las manifestaciones de los colegiados, acusándolos de actuar «de manera premeditada» y con un «tono amenazante».
Desde Chamartín consideran que la actitud de De Burgos Bengoetxea y González Fuertes compromete la imparcialidad del partido y exigieron a la RFEF que «aparte y expediente» a ambos árbitros.
«Declaraciones sorprendentes, realizadas 24 horas antes de la final, bajo un tono que dista mucho de los principios de equidad y objetividad», denunció el club en su nota.
La tensión entre el Real Madrid y el estamento arbitral venía creciendo en los últimos meses, pero este episodio ha hecho estallar el conflicto a nivel institucional.

Plantar cara antes del gran día
Durante el vuelo hacia Sevilla, el club tomó la decisión de cancelar su presencia en los actos oficiales, considerando «inaceptable» el clima generado por los árbitros designados para la final.
La negativa del Real Madrid supone un hecho histórico en el fútbol español y deja la final bajo un ambiente cargado de tensión y polémica.
La Federación, bajo presión máxima
Por el momento, la RFEF no ha emitido un comunicado oficial en respuesta a la protesta madridista. Sin embargo, la presión para que la Federación actúe es máxima.
El Real Madrid insiste en que sus quejas no son «contra la institución», sino «en defensa de la equidad y el prestigio del fútbol español».
La final de Copa del Rey, que enfrenta al Real Madrid contra su rival (aún por disputarse), se jugará en medio de la polémica, la incertidumbre y la máxima tensión mediática.