El conjunto santiagués derrotó por 7-2 al cuadro cántabro y da un paso de gigante hacia la salvación
El Compostela completó esta mañana una goleada histórica al vencer por siete goles a dos a la Gimnástica Torrelavega en Santa Isabel. El conjunto santiagués fue un completo vendaval y goleó al cuadro cántabro, que se queda muy tocado en los puestos de descenso. El equipo dirigido por Rati da un pase de gigante hacia la salvación y ahora mismo cuenta con seis puntos de margen sobre un descenso que marca el TSK Roces.
Primera parte
El Compostela se adelantó a los 12 minutos en una jugada a balón parado donde, tras tres oportunidades manifiestas, Rubén Casas acabó introduciendo el balón en la portería visitante. El cuadro cántabro estuvo a punto de empatar un minuto después pero el intento de Villa se perdió por muy poco. A la media de hora de juego amplió su ventaja el equipo de Rati gracias a un disparo de Landeira que se coló en la portería tras tocar en un defensor.
Landeira estuvo muy cerca de hacer su doblete cuatro minutos después pero el balón fue despejado por la defensa de la Gimnástica en la línea de gol. En la siguiente jugada fue capaz de hacer el tercero el Compostela tras un golazo de Hugo Matos que, con un remate acrobático, batió a Ángel. El cuadro cántabro recortó distancias antes del descanso con un gol de Cofi tras un buen centro desde la banda izquierda.
Segunda parte
Nada más volver de los vestuarios, el Compostela acabó con las posibilidades de su rival gracias a un buen gol de Mario Regueiro, que aprovechó un robo en campo contrario y un gran pase de Landeira. El propio Landeira pudo hacer el 5-1 pero se encontró con el palo y en la siguiente jugada volvió a recortar distancias la Gimnástica con un buen disparo de Néstor al que no pudo llegar Trillo.
Sin embargo, el Compostela mató de verdad el partido con el 5-2, que fue obra de Marcelo. El Compostela, que acabó el partido con 10 por la expulsión de Xoel, aún tuvo tiempo para dos goles más que fueron muy parecidos y tuvieron los mismo protagonistas. Dos carreras de Carril ante la defensa cántabra permitieron al atacante encarar solo al portero y regalarle dos goles a Javi Muíño, que solo tuvo que empujar el balón por partida doble para poner la estacada final.