Amenazas de muerte, mails anónimos y titulares en redes sociales sobre escándalo sexual a pesar de que el club fue el primero en aclarar que no era así ni tampoco un tema violento, ha tenido que soportar Miguel Llorente, técnico del Dépor Abanca durante los díás que ha estado apartado de su equipo.
El técnico del Deportivo Abanca, Miguel Llorente, fue restituído en su puesto y explicó en rueda de prensa su versión de lo ocurrido tras la investigación abierta por parte del club coruñés sobre supuestos hechos relacionados estrictamente con el ámbito deportivo que podían atentar contra la ética y sobre los que el club inició una investigación que concluyó con sin que se encontrase ningún comportamiento irregular ni sancionable que atentase contra el Código Ético del club.
En la comparecencia, que se prolongó durante más de tres cuartos de hora, el técnico dejó varios comentarios destacables sobre como vivió la situación y como afronta su vuelta a la dirección del equipo que ya se produjo el pasado martes con el técnico retomando los entrenamientos con su equipo.
“El viernes 18 de marzo me viene Ana González y me transmite que quiere dejar el equipo por un tema de presión y de que no se sentía cómoda. Yo le digo que se tome dos días de descanso porque sé que la situación, después de seis partidos sin ganar, no era cómoda. Ese mismo día tengo una reunión con el club para hablar sobre si podíamos hacer algo para mejorar los resultados y en esa reunión el club me notifica que Ana ha decidido dejar el cargo. Más tarde, ese mismo día, las jugadoras ya tienen en su mano una carta que les ha dado Ana González y yo no sé qué tiene ni qué pone esa carta. Al día siguiente llega un mail al departamento de Código Ético del club que entendemos que es muy similar a esa carta. Es un mail anónimo»; explicó Llorente, que al respecto añadió que tras ser apartado por el club de sus funciones: «Yo siempre he estado tranquilo pero he considerado oportuno dar tiempo al tiempo».
Empatía con sus jugadoras y autocrítica
“Hay que hacer un acto de empatía con las jugadoras. Entiendo que ellas han leído una carta y entiendo perfectamente su reacción. Si llega una persona diciendo según qué cosas de mí, entiendo que se enfadasen y entiendo su situación”.
“Si me gusta el liderazgo y gestionar grupos y sucede esto, desde luego que hay algo que tengo que mejorar porque hay algo que estoy haciendo mal. Yo le tiendo la mano a Ana González porque quiero aprender. No sé por qué lo ha hecho pero yo quiero seguir formándome e intentando ser cada vez mejor persona”.
Amenazas
“Quiero hacer una reflexión para la sociedad y para quien lo considere sobre cómo se puede hacer tanto daño a las personas. Yo he pasado dos semanas muy malas y muy complicadas porque sé que he hecho las cosas como tengo que hacerlas. Salvo ese punto de autocrítica que mencionaba, yo no me merezco esto. Ni yo ni nadie. He recibido mensajes de amenazas de muerte por Instagram y un mail anónimo donde se me acusa de maltratador psicológico y acosador laboral. Se me acusa de cosas muy feas y muy duras que la gente que me conoce sabe que ni por asomo me acerco a eso».
Volver al frente del grupo , descartar acciones legales y mirar al futuro sin rencor
“Las sensaciones son buenas. Le he dicho al club que nos han sobrado dos semanas. Entiendo que en esta situación hay que apartar al entrenador para investigar, pero yo estoy seguro que si al día siguiente hubiese hablado con ellas, habrían entendido la situación porque es una situación que no se sostiene por ningún lado. Vuelvo a repetir que entiendo a las jugadoras y entiendo su enfado y posiblemente yo habría hecho lo mismo, pero estoy seguro que ellas al día siguiente, después de haber descansado, habrían entendido mi situación porque cuando dices la verdad, no hay otro camino.
A pesar de que según el mismo confesó, han sido muchos los que han pedido a Llorente ejercer acciones legales por los hechos ocurridos, el técnico descarta de lleno esa opción y mira al futuro con optimismo: “Le he dado muchas vueltas. Estoy muy tranquilo con lo que he hecho hasta ahora. Sé que no he hecho nada mal. A cada uno la vida le pone en su sitio y no voy a emprender acciones legales, al menos de momento, porque no guardo rencor ni ganas de venganza”.
Preguntado a cerca de si pensó en algún momento arrojar la toalla, afirmó: “Jamas me lo he planteado. Lo que he vivido es totalmente ajeno a mí. Lo que se me achaca, yo no lo he dicho. Así que me he dedicado a pasear por la Torre de Hércules y descansar hasta que todo volviese a la normalidad. No puedo plantearme dimitir porque vine con la ilusión intacta para luchar por un objetivo y sigo igual o mejor. Estaba deseando volver”.