Carta abierta a Manolo Mesa

comparte

Por Oscar Martinez


El pasado domingo se produjo posiblemente un cruce de sensaciones. Por un lado una alegría inmensa por saber que un gran profesional, del mejor capital humano del que dispone la RFGF, y sobre todo, una gran persona, va a dar un paso al frente en su carrera. Hablo de Abraham Yañez. Pero esa alegría no puedo engañar, y se ha visto un poco ensombrecida por la despedida de Manolo Mesa como delegado. 

Hace ahora 8 años que abandoné el fútbol de Ferrolterra. Año 2012, mes de junio. Después de la celebración del ascenso del Narón Balompé Piñeiros (desgraciadamente, descanse en paz, entre todos lo mataron y el solito se murió) de Cata y Peli. No se si ha sido una buena o mala decisión, pero si guardo un grato y gran recuerdo de Manolo Mesa. 

Manolo fue (me cuesta usar el pasado, la verdad) un innovador y un visionario. AFACO fue la precursora. Tuve la fortuna de ver su creación. Con la victoria de José García Liñares en las elecciones a la presidencia de la RFGF, año 2011, se abrió una nueva vía. 

Todavía recuerdo el entresuelo de la Federación en su antiguo emplazamiento. Siendo sinceros, la memoria no me permitiría describirlo al detalle, pero si grandes rasgos. Allí, un imberbe muy imberbe -de hecho aún lo soy- daba sus primeros pasos. Fichas de cartón, algo que a los directivos de nuevo cuño les suena casi del NODO. Reuniones. Planes competiciones. Formatos encorsetados en el pasado. Casi olían incluso a naftalina. Como casi todo lo que había rodeado a la época de los Meana. 

La llegada de Manolo Mesa lo revolucionó todo. Y en todos los sentidos. Fue un halo de luz. Un torbellino, en el buen sentido. Los nuevos formatos de competición para nivelar equipos y evitar goleadas. Las fases finales de liga. La capacidad organizativa para Ferrol de grandes eventos. ¡Que bonito ver en A Malata aquel partido de la Sub 21! 

Hasta recuerdo la huelga que le hicimos a García Liñares por la subida del arbitraje. ¡Y paramos el fútbol de Ferrol! A veces, el propio secretario general de la RFGF, Diego Batalla, me dice con el cariño que desprende el paso de los años con interacciones habituales, que aun recuerda aquel niño, porque no engañemos, era un niño -y aun lo soy físicamente- en aquel entorno de adultos. Posiblemente, el fútbol desde el lado despachos sea mi gran pasión oculta. Mi hobby. Y es algo que jamás podré decir de donde ha salido, pero que si que he disfrutado desde demasiado pequeño. Mucho, quizás.

Manolo Mesa se puede ir con la cabeza muy alta. Ni ha sido de Jose García Liñares ni ha sido de Rafael Louzan, ha sido del fútbol de Ferrolterra. De su gente. De quienes en su día confiamos en el. Y no nos ha decepcionado, ni mucho menos. De hecho, todo lo contrario. Se marcha un currante, como dice Cata un obrero de pico y pala, una persona cuyo compromiso supera casi lo indecible. Posiblemente, el mejor delegado que la delegación ha podido tener.

Cuesta echar la vista atrás al fútbol de Ferrolterra hace 10 años y no ver, que la práctica totalidad de logros, han sido casi de su puño y letra. Persona de acción. De fútbol. Con una habilidad superior a la de muchas personas. Capacidad de anticipación. De gestión. De negociación.

Quizás he dejado para el final el que debería ser su mayor reconocimiento. La apuesta, decidida, sin fisuras, y real, por el fútbol femenino. Agraciadamente, ya es autonómica esta apuesta. En 2010, no lo era. Ferrolterra era de las pocas, por no decir la única porque no podría confirmarlo y no quiero mentir, delegaciones con competición de F8 en modalidad femenina. Una competición, valga la redundancia, competitiva. De hecho, el Victoria y el Torre habían venido a jugar a nuestra liga. O al menos a lo que muchos considerábamos nuestra liga. Lógicamente, los tiempos avanzan. Para bien, habitualmente.

Guardo un gran recuerdo personal de Manolo Mesa. Ahora es el momento de poner en valor todo su trabajo. Y sobre todo, que el motor de esta delegación siga avanzando con buena singladura, viento en popa y a toda vela como se suele decir. Manolo, con la mano en el corazón, te echaré de menos. Abraham, muchísima suerte. No la necesitas, porque lo bordarás. 

Manolo, disfruta de tu familia. Nietos. De tu mujer. El fútbol te ha dado muchísimas alegrías a costa de quitarles tiempo a ellos. Ahora ese tiempo lo vas a recuperar, seguro, y con intereses.


Foto portada: Manolo Mesa ante el micrófono de Oscar Martínez