HISTÓRICO | Los Racing Club de Ferrol vs Real Sporting de Gijón B de Bronce

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De nuevo en A Malata, el Racing afronta la quinta jornada liguera en Segunda B reinterpretando el empate frente al equipo del “Inter-minable” nombre como punto positivo y renovando las ganas de alcanzar la regularidad necesaria para disipar dudas, aliviar pesares y alejar temores. Hay que ganar partidos y adaptarse lo antes posible a las exigencias de una competición nada sencilla. La liga es joven aún, sí, pero la “juventud” pasa rápido y hay que ir poniéndose las pilas.


El rival de turno para este domingo es un clasicazo de la categoría y un visitante muy asiduo a nuestra ciudad. El Real Sporting B. Preferimos que venga el primer equipo (sería buena señal) pero es lo que hay. Suman los de Gijón la tira de campañas en el bronce español pero nunca consiguieron subir a Segunda. No deja de ser curioso. No siempre fecunda cantera de la siempre famosa factoría de El Mareo; el segundo equipo rojiblanco no actúa en Ferrol desde el 07-02-2016, día en el que salió derrotado por 2 a 0 merced a los tantos de Nano y Borja Domínguez. Pero siempre vuelve.
Será la vigésima confrontación en suelo ferrolano contra un equipo que nació como club en 1960 bajo el título de CD Gijón. Que luego se convirtió en filial del Real Sporting y se pasó a llamar Sporting Atlético CF en 1979. Y que en 1992 desapareció como filial integrándose para siempre en el organigrama del histórico club de El Molinón con su nombre actual. En las diecinueve excursiones a nuestra ciudad solo ganó cuatro veces y en otras cuatro chupó un empate. Como Deportivo Gijón, a mediados de los setenta, vino tres veces y sacó de todo: un triunfo el 07-03-1976 por 0-1, con gol de Pablo de penalty; un empate sin goles el 06-03-1977 con Arturo Otero como provisional entrenador verde tras la prohibición impuesta por la RFEF de Pablo Porta al uruguayo Milton Trinidad; y una derrota por 2-1, con goles de Cortabitarte y el argentino Marcelo para los esmeraldas y Patiño para los asturianos. Aquello fue en la primera visita de todas, el 02-02-1975.
Con el nombre de Sporting Atlético no hubo resultados para echar cohetes en los “matches” habidos en el vetusto Manuel Rivera. Dos empates a cero, dos derrotas y una única victoria. Empezaban los años ochenta, con sus penurias, escándalos y sueños rotos. Las tablas del soleadísimo 01-06-1980 (como si fuese ayer recordamos aquello algunos, la piel de gallina…) supusieron salvar los muebles y demás enseres de una liga complicadísima. Aún resuenan en mis oídos, entonces infantiles, los aplausos catárticos del Manuel Rivera a Jolo, los hermanos Collazo, Otero, Silvano, Pereira, el “bomber” malagueño Merino, Segundo (“pichichi” verde de esa campaña con la “friolera” de 7 goles), el mugardés Anselmo, Piecho y compañía, saludando desde el centro del campo (perdón, patatal) por lograr la salvación. Recuerdo la marcada satisfacción en el rostro de mi padre. El fútbol, y el Racing, aún se vivían de un modo difícil de explicarle a la gente hoy, con sus caras mirando al móvil todo el rato.


El 14-04-1982 se dio la única victoria del Racing sobre el filial esportinguista en esa década. El gol del defensa Andrés Freire daba los dos puntos en aquella recta final de una liga tan sufrida como la `79/80.
El peor resultado cosechado por los verde botella ante el Sporting B fue en año de descenso. El 08-01-1984 un tanto de Marcelino (hace unos días destituído como entrenador del siempre exigente Valencia CF) y dos de Llabrés, dieron los puntos a los de Asturias. No había terminado aún la 1ª vuelta pero por esas fechas poca gente en Ferrol creía en la salvación. José Antonio Saro, preparador racinguista desde julio de 1981, era destituído de forma y manera fulminante tras ese 0-3 y el técnico del juvenil, José Ramón Arteche, hubo de comerse el marrón glacé de un descenso a 3ª División más que cantado. En 1984 el Racing petó. Y todo se veía venir desde hacía un lustro.


En las doce últimas lides en feudo ferrolano solo se registró una victoria visitante. Fue el 03-11-1996, por la mínima, con tanto de Rubén Blaya. Los partidos de los años noventa se caracterizaron, curiosamente, por la presencia de la lluvia. De siete encuentros llovió en cinco. Eso debió refrescar suficientemente las ideas de un Racing que esos años aspiraba al ascenso a Segunda. El 09-01-1994, en el primer encuentro con A Malata como escenario, tuvimos triunfo verde con gol de Camilo. El 29-01-1995 llovió y con viento fuerte y se ganó, 2-1, con goles de Alberto de penalty y Pazolo, que remontaban el inicial tanto de Dani Bouzas para los gijoneses. El 03-05-1998 el hoy comentarista del “En Xogo” de la TVG, Mosquera, marcaba el único gol de la tarde. Y lloviznó. Y el 25-04-1999 volvió a llover y con ventarrones interesantes y el Racing sopló el electrónico con un 5-1, anotando Tarrío y Manel por partida doble y Míchel Ponte para los de casa y Nacho García para los “yogurines”.
En lo que llevamos de siglo van cuatro partidos registrados y todos con victoria ferrolana. Y sin lluvia, que para eso tenemos cambio climático. El francés Lamatina marcaba el único de la tarde el 31-08-2008 en la apertura de esa edición liguera. Manu Barreiro (2) y Rubén hacían los tres del Racing en el 3-1 del 24-11-2013 (el cuatro años después racinguista Juan Mera metía el de los rojiblancos). Joselu y Dalmau (2) firmaban los nuestros en el 3-1 del 08-03-2015, haciendo Pablo Fernández el de los visitantes. Y el 07-02-2016, último Racing vs Sporting B habido hasta la fecha, volvió la lluvia pero no inundó el propósito ganador de los verdes, como ya comentamos al comienzo.


Buen balance en los choques celebrados en Ferrol para un enfrentamiento siempre imprevisible por lo veletas que suelen ser los equipos “B” (aunque tengan “chiquillos” de más de 25, como alguno a veces). Te la montan o se despachurran según sople el viento. O llueva. Pero, estadísticas aparte, cada partido es un volver a empezar. Una historia nueva. Y el domingo, con líquido elemento o sin él, los de Larraz solo deben pensar en jugar a ganar.


Foto: Jugadores del Racing en A Malata durante el último partido de liga | Bruno Penas