Impactante testimonio de Aitor Buñuel tras su lesión facial: «No tengo miedo, volveré a meter la cabeza»

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Aitor Buñuel, el bravo lateral del Racing de Ferrol, narró en detalle su experiencia tras el choque que sufrió contra el jugador del Deportivo de La Coruña, Pablo Martínez. El impacto, que tuvo lugar durante un partido de liga jugado en Riazor, resultó en cuatro fracturas faciales y un complejo proceso de recuperación que incluyó una intervención quirúrgica por varias fracturas y el uso de una máscara de protección.

Aitor explicó cómo vivió aquel momento en el que, intentando despejar un balón, impactó su rostro contra la cabeza del rival. “Recuerdo el golpe, pero después todo fue muy confuso. No perdí el conocimiento, pero estaba muy aturdido”, comentó el jugador, quien tuvo que abandonar el terreno de juego acompañado por los servicios médicos.

«Una recuperación ejemplar»

El futbolista pasó por quirófano, donde le colocaron cuatro placas de titanio para estabilizar las fracturas. A pesar de la gravedad de la lesión, Aitor se mostró optimista y agradecido por el apoyo recibido tanto por sus compañeros como por el club y los aficionados. “Desde el primer momento, me sentí muy arropado”, afirmó el jugador, destacando las muestras de cariño que ha recibido.

«Confianza renovada en el campo»

Tras cinco semanas de rehabilitación y entrenamientos con su nueva máscara de protección, Aitor vuelve a integrarse con el equipo. “El miedo no va conmigo. Desde el primer momento, tenía claro que volvería a meter la cabeza. Es mi forma de entender el fútbol”, declaró con firmeza, subrayando su deseo de competir sin reservas y contribuir al buen momento que atraviesa el equipo.

El doctor del equipo Carlos Lariño confirmó que la evolución de Aitor ha sido positiva, señalando que las fracturas están completamente consolidadas gracias a las placas de titanio, y que la única preocupación ahora es recuperar el ritmo y la confianza plena en el juego.

«Un ejemplo de superación»

A pesar de la dureza del proceso, Aitor mantiene un espíritu positivo, minimizando las secuelas que aún persisten, como la falta de sensibilidad en la zona afectada y algunos problemas de visión. “Afortunadamente, todo ha quedado en una anécdota que contar. Me siento muy afortunado de poder volver a competir y de sentir el apoyo de todos”, concluyó.

Con su determinación, Aitor se convierte en un ejemplo de superación para el fútbol gallego, mostrando que incluso en las circunstancias más adversas, la pasión por el deporte y la fortaleza mental pueden marcar la diferencia en el regreso a los terrenos de juego.