La batalla final se gana en A Lomba

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La guerra se dirimió durante una temporada pandémica. La gran batalla final será la de mañana en A Lomba. Arosa y Somozas son las dos escuadras que se presentarán con todas sus armas a un duelo del que se solo saldrá un vencedor.

Las espadas estarán en alto a partir de las 17 h en un escenario a priori favorable a los arlequinados. Ante su afición y en su campo de batalla, los de Rafa Sáez parten con ligera ventaja por eso y porque las tablas al final de los noventa minutos más prórroga si la hubiera, los llevarían hasta la nueva Segunda Federación. Al otro contrincante solo le vale una victoria. El Somozas debe rematar a su oponente para conseguir el ansiado ascenso. Marcar y mantenerse por encina en el marcador es el único objetivo válido para que los de Jairo Bello y David Pérez puedan alcanzar la gloria.

Precedentes

Los precedentes de esta temporada inclinan la balanza hacia el lado de los vilagarcianos. En As Somozas el Arosa se llevó los tres puntos con un tanto de goleador Pedro Beda y en su visita al mismo escenario de mañana domingo, los de Ferrolterra encajaron un doloroso 3-1, hace treinta días. Así las cosas y visto que tanto unos como otros llegan firmes tras derrotar al Estradense y el Polvorín respectivamente, el duelo se viene intenso, igualado y muy probablemente se decida por los pequeños detalles o posiblemente por la calidad individual de hombres como Pablo Rey o el propio Pedro Beda.

Veteranía frente a juventud en los banquillos

Las estrategias siempre fueron claves también en todas las grandes batallas. Ahí el veterano míster Rafa Sáez, curtido en mil batallas, a buen seguro que habrá armado ya su emboscada particular. En el otro banco, los debutantes Jairo y David buscarán deshacerse los enredos y utilizar sus mejores armas para asaltar el fortín arlequinado.

Las espadas están en alto. El trofeo y la recompensa, un ascenso al fútbol nacional. La Segunda Federación espera el desenlace final. Domingo 20 de junio, 17Lomba A . El juez de la contienda, Javier Figueiredo Comesaña.

Foto: Alberto Leira protege el balón ante Sidibe | Cristóbal Durán