El Deportivo está viviendo el mejor momento de la temporada. Cuatro triunfos consecutivos, habiendo marcado cuatro o más goles en cada uno de esos encuentros, han colocado al equipo en la mejor disposición y con una imagen pública y de eficacia futbolística que, pese a estar aún por detrás de la Ponferradina, lo hacen gran favorito para el ascenso directo.
Desde la derrota en el Reino de León, lo que antes eran aristas se han vuelto una autopista llana, con el viento dando desde atrás, que ha llevado al Deportivo desde de la sexta posición, fuera de la fase de ascenso, a la segunda, en la que como mal menor, en una fase de ascenso, jugaría por cuatro empates y dos prórrogas para subir.
Lejos, muy lejos, queda la derrota en Riazor ante el Celta Fortuna, que siempre abrasa como sal esparcida sobre una herida abierta, y una semana después, cuando pese al empate en El Toralín, el equipo descendía al abismo del descenso, ubicado en la décimo sexta plaza.
En términos de los goles y suficiencia de las cuatro últimas victorias, es la primera vez que el club de la Plaza de Pontevedra vive algo así en competición liguera; pero los seis triunfos consecutivos nos llevan a la primera vez que el Deportivo logró una racha igual. Para ello debemos viajar casi cien años en el tiempo, pues se produjo en la Primera Categoría del Campeonato Gallego de la temporada 1924/25.
Nunca hasta entonces, en 43 partidos oficiales, el Deportivo pasara de dos triunfos consecutivos de manera salteada y escasa. Pero en dicha campaña, pese a comenzar con victoria ante el Racing, no fundamentó la racha desde la jornada inaugural porque cayó en Progreso, ante el Eirña, en la segunda. Después, a partir de la tercera, recuperó la primera posición con el 0-6 al Sp. Lavadores en Barreiro, los triunfos en Riazor ante el Pontevedra Ath. y el Celta por 3-1 y 3-0, respectivamente, el 0-2 al Racing en Caranza, la venganza por 1-0 ante el Eiriña en Riazor, para cerrar con otra goleada ante el cuadro de Lavadores por 8-0 en A Coruña, acabaron por construir la racha.
Fue nadar para morir en la orilla. La secuencia no aumentó por la derrota blanquiazul en Pasarón, ante el Pontevedra Ath., y el equipo terminó por caer del primer puesto, sin sumar su primer campeonato gallego, tras perder el último partido en Coya. El Celta se lo birló devolviéndole el 3-0.
2023/24 podrá ser diferente.