El cuadro celeste sigue en caída libre sumando su cuarta derrota consecutiva en un partido que se le complicó desde el inicio con el gol de Iñaki Williams
El RC Celta acaba de caer derrotado por 2-1 en San Mamés ante el Athletic de Bilbao. Una semana más, el conjunto celeste empezó a remolque con un gol de Iñaki Williams en la primera acción del partido. En la segunda mitad, los cambios de Carvalhal cambiaron la dinámica gracias al gol de Larsen nada más arrancar, pero Berenguer tenía otros planes y respondió al tanto de los vigueses con un golazo.
Una nueva derrota del Celta, que no termina de certificar la permanencia. Los celestes hicieron un partido sin identidad, en el que se notó la baja de Iago Aspas en el último tercio del campo. Con tres jornadas por delante, el encuentro ante el Girona del próximo martes se asemeja clave, por ser en Balaídos y ante su afición, pero sobre todo para no sufrir en los últimos partidos.
Aún con la derrota el Celta sigue manteniendo la 13ª posición con una distancia de 5 puntos sobre el descenso, que marca el Real Valladolid. De momento, los resultados de la jornada están favoreciendo al cuadro vigués porque los de abajo no consiguen ganar.
El Celta vuelve a salir dormido y lo paga caro
El Celta arrancó el partido de la misma forma que los cuatro anteriores, dormido, sin identidad y encajando un gol a las primeras de cambio. Centro medido desde la derecha de Óscar de Marcos para Iñaki Williams, que le gana la partida a Aidoo y con un cabezazo cruzado supera a Iván Villar. Es la cuarta jornada consecutiva en la que el cuadro de Carvalhal encaja en los primeros 8 minutos de juego.
El partido se le ponía muy de cara a un Athletic Club que propuso más y mejor. El conjunto bilbaíno fue capaz de arbolar jugadas y de pisar campo rival con facilidad, pero no estuvo acertado en los últimos metros, donde Iñaki Williams fue un auténtico quebradero de cabeza para la zaga celeste.
Un Celta de Carlos Carvalhal que se vería obligado a hacer un cambio en el minuto 25 por una lesión de Fran Beltrán. El pivote notó algo en la parte posterior del muslo derecho y tuvo que dejar su lugar a Luca de la Torre. Este infortunio llevó al técnico portugués a retocar el once, dejando a Óscar Rodríguez como el hombre más retrasado del centro del campo y colocando al americano a la altura de Gabri Veiga.
Los porteros también serían protagonistas del encuentro. Primero Unai Simón, que despejó un gran disparo de Gabri Veiga desde la frontal del área, y después Iván Villar con un paradón a una mano al remate de cabeza de Yuri. El guardameta de Aldán volvía a ser fundamental para su equipo con una estirada que evitó el segundo tanto de los leones.
Una de cal y una de arena
Carvalhal ya andaba con la mosca detrás de la oreja en el último tramo de la primera mitad y tras el descanso no esperó más para hacer los cambios. Kevin y Cervi dejarían su sitio a Miguel Rodríguez y Óscar Mingueza para la reanudación. Una permuta que dio sus frutos a los 4 minutos de arrancar la segunda parte. Acción por el centro de Luca de la Torre, que abre a banda para Miguel, quien de primeras pone un centro tocadito para el sutil remate de cabeza de Larsen.
Sin embargo, la alegría por el empate duró más bien poco, ya que Berenguer se encargó de volver a poner al Athletic por delante con un golazo por la escuadra. El extremo recogió el balón dentro del área en el lado izquierdo, se fue de Gabri Veiga y Mingueza con un recorte y sacó un disparo que quitó las telarañas de la portería defendida por Iván Villar. Muy pasiva la defensa del Celta en la acción, algo que aprovechó el jugador navarro para hacer el 2-1, que a la postre sería definitivo.
En la segunda mitad y gracias a los cambios, el Celta mejoró un poco su imagen y se plantó en campo rival con mayor frecuencia. Aún así, el equipo sigue careciendo de identidad propia y no encuentra el nivel que mantuvo hasta el parón de selecciones. Al cuadro de Carvalhal le cuesta encontrar un movimiento fluído de balón y en defensa no se está mostrando nada sólido.