Primer amistoso de esta segunda pretemporada saldado con nota para el equipo de Carvalhal, que empieza a coger el tono físico y el ritmo de partido
El RC Celta ha empatado 1-1 ante el Boavista FC en el primer test de esta especie de pretemporada que se ha dado por el parón mundialista. Valió el gol de Iago Aspas para los celestes en la primera mitad, que fue rápidamente respondido por el equipo portugués. En general, partido para coger ritmo y entrar en una dinámica competitiva de cara al encuentro correspondiente a la 2ª Ronda de Copa del Rey del día 22 de diciembre frente al Gernika.
Este primer amistoso del cuadro celeste no ha sido un partido cualquiera, sino que ha dado inicio a la campaña por el Centenario del club, justo contra el equipo contra el que debutaba un 23 de septiembre de 1923. Decisión muy acertada por la entidad celeste la de conmemorar ese histórico partido en el Camino al Centenario. Por otro lado, importante también que el Boavista, rival elegido para este encuentro, venía en ritmo competitivo, lo que ha supuesto un nivel de exigencia mayor para el equipo vigués.
Carlos Carvalhal no ha venido a Vigo a hacer probaturas y así se vio en el 11 inicial, con casi todos jugadores titulares. Eso si, ya en la segunda mitad le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo a Javi Rodríguez y a Gael Alonso.
Partido complicado y exigente
Durante el encuentro se vio un Celta diferente al de otras ocasiones, desarrollando un estilo de juego más vertical que de costumbre. Como es normal después de un parón, el equipo no estuvo del todo fino en defensa, pero la idea de Carvalhal empieza a asentarse.
Los celestes se adelantarían en una jugada por banda que cuelga al área Mingueza, donde Iago Aspas, completamente solo, finaliza a la altura del borde del área pequeña con un cabezazo que se cuela en la portería rival. Había tenido alguna que otra llegada el Celta para adelantarse antes en el marcador, pero en un partido especial como este tenía que hacerlo el de siempre. Estaba escrito.
Tras el tanto llegaría la igualada para los portugueses, al aprovechar un desajuste en la zaga celeste. El autor del gol fue Bozenik, quién batió fácil a Marchesín después de recibir un pase interior.
De cara al segundo tiempo, el técnico portugués del Celta decidió dar oportunidades a la segunda unidad, además de a los chavales de la cantera que se había llevado para el partido.