Esperpento del Celta en Pucela

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Los celestes tuvieron mayor control durante el partido, pero la defensa a balón parado, la falta de intensidad y los despistes en las marcas tiraron por tierra cualquier atisbo de sumar algún punto

El Real Valladolid ha ganado por 4-1 a un RC Celta irreconocible sobre el césped del José Zorrilla. Los de Coudet fueron un equipo exageradamente plano en ataque, sin ideas y con cero desparpajo. Mientras que en el apartado defensivo, los errores deciden partidos, y en el caso de los celestes, vienen siendo la tónica en las últimas jornadas.

Incapaces de hacerle daño a una defensa bien posicionada como la del cuadro blanquivioleta, el conjunto vigués tuvo el control de la pelota, mostrándose predecible en todas y cada una de las acciones, salvo en el gol de Óscar Rodríguez. Un tanto que viene de una contra iniciada por Cervi y continuada por un Larsen que, tras dejar sentado a su defensor con un movimiento de cadera exquisito, le cedió el gol en bandeja al de Talavera de la Reina.

Una derrota que sitúa al Celta por debajo de su rival en el día de hoy. El conjunto vallisoletano es 11º con once puntos en su casillero, mientras que los celestes caen a la 13ª posición con diez puntos. Los de Coudet tendrán una nueva oportunidad de salir de esta crisis de resultados ante el Getafe. Partido que se jugará el próximo lunes 24 a partir de las 21:00 en Balaídos.

Mingueza y Tapia, las novedades

El ‘Chacho’ realizó dos cambios con respecto al equipo que sacó ante la Real Sociedad el pasado domingo. Óscar Mingueza se situaría en el sitio de Unai, mientras que Renato Tapia volvería a la titularidad en detrimento de Gabri Veiga. De esta forma, Coudet rompía con la que había sido la pareja de centrales titular hasta el momento y solo queda saber si es una cuestión puntual, o si de verdad es un toque de atención al central vizcaíno.

En el banquillo se quedó Carles Pérez. Un jugador que empezó la temporada como fijo en el once del técnico argentino, pero que a medida que van pasando las jornadas, está perdiendo cada vez más peso.

Escasos de ideas y de ritmo

El partido estuvo condicionado por la tromba de agua que cayó durante casi la totalidad del encuentro, lo que impidió que se viera un juego fluido y con ocasiones. Una situación de la que ninguno de los dos equipos salió beneficiado, pero que quizás influyó más en el estilo de juego de los celestes.

El cuadro local se adelantaría en el marcador gracias a un disparo de Roque Mesa desde la frontal que golpea en la espalda de Hugo Mallo, cambiando así la dirección del balón y despistando a un Marchesín que no logra despejar la pelota. Un tanto que viene de una falta lateral sacada por Álvaro Aguado en corto hacía el autor del gol, que se encontraba libre de marca. Despiste y mala suerte se juntaron para el 1-0 del Valladolid.

El Celta respondería con la diana de Óscar. Un contragolpe que montan Cervi y Larsen después de un córner en contra, y que termina en las botas del jugador español. A destacar la acción del noruego. Un detalle más de calidad y, a pesar de no llevar ningún gol desde que viste de celeste, generoso cediendo el tanto cuando podía haber definido en un mano a mano con Masip.

Con el 1-1 se llegó al descanso. La sensación era que el Celta había tenido el control de la posesión, pero que las ocasiones, tanto para locales como para visitantes, habían sido escasas.

Festival de goles del Valladolid

En la reanudación, los celestes también tuvieron el balón en su dominio, pero cuando ni siquiera exiges al rival, se te puede venir todo en contra muy fácilmente. Y así fue. El Valladolid se volvería a adelantar en el marcador gracias a un cabezazo de Joaquín Fernández a la salida de un córner. El central entró libre de oposición y, a la altura del área pequeña, se sacó un remate imposible para un Marchesín, atónito ante la actitud defensiva de su equipo. Cabe recordar que los vigueses ya encajaron un gol de forma similar ante la Real Sociedad.

El tanto en contra aceleró los cambios de Coudet, quién dio entrada a Gabri Veiga y Carles Pérez. Fueron las únicas dos permutas que hizo el técnico argentino, a pesar de que en el minuto 80′ ya perdía por 4 goles a 1. Un hecho que viene siendo habitual, pero que no deja de ser extraño, sobre todo cuando tienes que jugar tres partidos en 8 días.

Aún así, los cambios no surtieron el efecto que necesitaba el equipo, y coincidieron con un momento de pájara general que aprovecharía Sergio León para sentenciar el partido con un doblete. El primero, de cabeza, gracias a un centro de Olaza que vuelve a rebotar en Hugo Mallo, lo que cambia la dirección del balón y despista a la zaga celeste.

Entremedias, un agarrón de Aidoo sobre Plata, que el colegiado señala como penalti. El propio Sergio León sería el encargado de materializar la pena máxima, pero se toparía con Marchesín. Paradón del portero, que en las últimas semanas está mostrando su mejor versión.

El cuarto tanto llegaría con pocos efectivos del Celta en defensa. Una jugada organizada por banda derecha entre Plata y Óscar Plano, que terminó en los pies de Sergio León, solo, en el punto de penalti. El definitivo 4-1 dejaba a los celestes muy tocados.

Ya para terminar, Iago Aspas fallaría un penalti por partida doble, ya que tuvo que ser repetido. Mejor dicho, fue Masip el que le impidió el gol al genio de Moaña. Ni por izquierda ni por derecha fue capaz de anotar el 10 del Celta, a pesar de que el árbitro, con ayuda del VAR, señaló la repetición tras la invasión de área de un jugador local.

Tarde aciaga del conjunto celeste en Pucela y mucho que mejorar de cara a las próximas jornadas. Además, esta derrota amplía el descontento de la afición con el equipo y con Coudet, lo que vuelve a despertar a esas voces que piden su cabeza.