Lucas Pérez, eterno en el Dépor: «Mi contrato es indefinido, me iré cuando Mella y Yeremay no quieran jugar conmigo»

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El capitán blanquiazul reafirma su compromiso eterno con el Deportivo de La Coruña

El Deportivo de La Coruña tiene a su líder indiscutible: Lucas Pérez, un ícono en Riazor y referencia absoluta en el vestuario. A sus 36 años, el capitán ha dejado claro en una rueda de prensa que su compromiso con el club es tan fuerte como su conexión con los jóvenes talentos de la cantera, Yeremay y Mella, a quienes ve como el futuro del equipo.

Lucas no escatima en elogios hacia sus compañeros más jóvenes y asegura que su tiempo en el Dépor no se medirá por contratos, sino por el momento en que ellos decidan tomar el relevo. «Cuando Mella y Yeremay no quieran jugar conmigo, me iré a la grada a disfrutarlos. No hay problema», aseguró Pérez, en una emotiva declaración que refleja tanto su humildad como su deseo de ver crecer al equipo con las nuevas generaciones.

El delantero, que ha vuelto al Dépor en varias ocasiones para ayudar al club en su camino hacia el ascenso, habló también sobre el futuro inmediato del equipo: «Tenemos que tener paciencia, saber que las cosas saldrán. Confío plenamente en la plantilla y el entrenador». Con este mensaje de confianza, Lucas Pérez sigue siendo un faro de esperanza para la afición herculina.

Un «contrato indefinido» en su casa

En cuanto a su continuidad, el delantero coruñés bromeó sobre un «contrato indefinido» con el club. «Si el director general dice que mi contrato es indefinido, así será. No hay ningún problema con eso», comentó entre risas, dejando claro que su corazón siempre estará ligado a la camiseta blanquiazul.

Este testimonio confirma lo que muchos aficionados del Dépor ya saben: Lucas Pérez no solo es un jugador clave dentro del campo, sino un referente fuera de él, dispuesto a apoyar a las jóvenes promesas que vienen pisando fuerte. El futuro del Dépor pasa por Mella y Yeremay, y Lucas no tiene dudas de que, cuando llegue el momento, estará preparado para pasarles el testigo.

La afición de Riazor puede estar tranquila. Lucas sigue soñando con llevar al Deportivo a lo más alto, y su legado en A Coruña parece estar lejos de llegar a su fin.