Lucas Pérez saca petróleo en Los Cármenes: el Deportivo sigue sumando

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El Deportivo de La Coruña logró arrancar un valioso empate (1-1) en Los Cármenes ante un Granada que fue superior en diferentes tramos del partido.

Los nazaríes dominaron la primera parte, mientras que los herculinos reaccionaron en la segunda mitad, llegando a merecer incluso la remontada. Sin embargo, el equipo local terminó más fuerte en el tramo final, forzando a los gallegos a defender el punto con uñas y dientes. Este empate, lleno de sufrimiento y esfuerzo, confirma la resiliencia del Dépor en LaLiga Hypermotion.

El partido tuvo tres fases muy marcadas. La primera, un claro dominio del Granada, que se adueñó del encuentro desde el inicio. Los de Paco López supieron aprovechar las bajas y optaron por un esquema con tres centrales, abriendo el campo con sus carrileros y generando superioridades en el medio. Esta fórmula asfixió al Dépor, que no encontraba salida desde su propia mitad y sufría cada vez que intentaba presionar alto. Reinier y Sáenz fueron los principales actores del dominio local, moviéndose entre líneas y castigando con su movilidad. El gol llegó en el minuto 22 tras un centro de Carlos Neva que fue desviado desafortunadamente por Pablo Martínez en su propia portería.

El Deportivo, que hasta entonces no había podido hacer pie, se fue al descanso con un 1-0 que bien podría haber sido peor, dado el dominio del Granada. Sin embargo, Imanol Idiakez, fiel a sus ideas, insistió en la disposición inicial, con Mella como lateral izquierdo, aunque poco antes del descanso movió fichas para colocar al canterano más adelantado. Con este ajuste, el Dépor logró una ligera mejoría en la recta final de la primera mitad, pero todavía escaso de claridad en ataque.

El segundo acto fue completamente distinto. Tal como sucedió en el partido contra la SD Huesca, el Dépor mostró su mejor versión tras el descanso. Con más agresividad y mayor confianza, los coruñeses empezaron a ganar metros y a crear ocasiones. La clave del empate llegó en una jugada bien hilvanada desde la defensa, en la que Yeremay tocó con sutileza para asistir a Lucas Pérez. El delantero herculino, siempre en el lugar adecuado, no perdonó y puso el 1-1 en el minuto 60, demostrando una vez más su importancia en momentos críticos.

El Dépor creció con el empate y por momentos pareció estar más cerca de la remontada que el Granada de recuperar la ventaja. Una de las mejores ocasiones del partido fue una combinación entre Yeremay y Soriano, que obligó a Marc Martínez a intervenir con una parada espectacular. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, el desgaste empezó a notarse en los visitantes.

En el tramo final, el Granada, revitalizado con los cambios, volvió a tomar el control. Corbeanu y Lucas Boyé se convirtieron en una constante amenaza, forzando a la defensa coruñesa a trabajar al máximo. El Dépor, que ya no encontraba soluciones en ataque, se vio obligado a defender el empate con todo lo que tenía. Ni Bouldini ni Gauto lograron ofrecer el respiro que necesitaba el equipo en ataque, pero la defensa logró contener las acometidas nazaríes.

A pesar del sufrimiento final, el Deportivo salió de Los Cármenes con un punto de oro que refuerza su moral. Idiakez, aunque insistió en un planteamiento que no funcionó del todo en la primera parte, supo rectificar a tiempo para equilibrar el partido. El equipo sigue mostrando que, aunque hay margen de mejora, está capacitado para pelear en cualquier escenario.