Corría la primera semana del pasado junio, hacía escasas fechas que el ferrolano había decidido dejar el Coruxo después de dos temporadas en Vigo, cuando el teléfono de Michel Alonso sonaba en su descanso veraniego de Meirás – Valdoviño (A Coruña).
Al otro lado del hilo telefónico, alguien a más de mil kilómetros de distancia, afirmaba estar contactando con el técnico elegido para dirigir el nuevo proyecto de la SD Formentera, recién ascendido a la 2ª RFEF.
Un proyecto en el que el técnico de Caranza (Ferrol) comenzó a creer desde ese mismo instante. «Me llamaron y, a partir de ahí, el tema avanzó a mucha velocidad. Percibí su interés desde el primer momento. Me habían dado muy buenas referencias de la entidad». Las conversaciones para que Michel hiciera las maletas y cogiese un vuelo rumbo a las Pitiusas duraron poco. «Fue todo muy rápido, cuestión de días».
A partir de ahí, la historia ya es conocida. Michel Alonso lo tenía claro: «tenía ganas de vivir una nueva experiencia como esta: fuera de casa, intentar demostrar lo ya hecho en Galicia…».
Vaya si lo está demostrando. Su equipo es líder del grupo del grupo 3 de la Segunda RFEF tras 16 jornadas de liga. Un lugar que ocupa tras haber conseguido 31 puntos repartidos en 9 victorias, 4 empates y tan solo 3 derrotas. Teruel, segundo clasificado (0-1 en Formentera); Numancia (2-1 en los Pajaritos) y Español B (0-1 en Formentera) fueron los únicos capaces de derrotar por la mínima al cuadro ofiusino.
El de Caranza, no está solo en su aventura en la isla balear. Junto a el, otro ferrolano, Rodrigo Rivera como preparador físico y Iago Novo, el media punta de Fene ex-canterano del Deportivo, conforman la armada gallega del Formentera. Además y de la mano de Alonso, al club isleño llegaron el centrocampista Konouté también ex deportivista y el balerar Javi Sánchez, con pasado en el Rápido de Bouzas y Fabril. Michel Alonso cuenta con la confianza absoluta de club en lo que a la parcela deportiva se refiere y su gran experiencia en ese campo le ha valido para configurar una plantilla a su medida que aspira ahora a lo más alto en la categoría.
Alonso triunfa lejos de su tierra, donde a pesar de haber demostrado sobradamente sus capacidades y como ya se sabe…nunca uno es profeta en tu tierra.