Momento Racing: Mucho respeto, miedo ninguno

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Juanma Codesido #FutbolFerrol


Después de toda una campaña viajando por los campos de la difícil Tercera gallega, el domingo llegará el día «D». Dos ciudades, dos clubes y dos aficiones que merecen abandonar el cuarto escalón del fútbol nacional, se volverán a citar para la segunda entrega de la eliminatoria de campeones. Noventa minutos para soñar con la categoría de bronce para jienenses y ferrolanos. Este Real Jaén es un equipo con números imponentes, un proyecto diseñado con piezas de un gran talento, para conquistar la Segunda B por la vía rápida. La Victoria se vestirá de gala, rugirá como nunca para intentar amedrentar al cuadro ferrolano y llevar en volandas a los suyos. Impone respeto sí, pero temor ninguno. La experiencia de los jugadores de este Racing saben lo que es moverse como pez en el agua ante miles de personas. Juan Antonio sintió el aliento de San Mamés en el cogote, y consiguió eliminar a los leones en Copa del Rey con el humilde Formentera. Pablo Rey escuchó cantar al Carranza en un Playoff de ascenso a Segunda. Y sin ir más lejos, el técnico Emilio Larraz supo desconectar el curso pasado a todo un Mallorca con su querido Ebro en un escenario importante como Son Moix. Esto son solo un par de ejemplos de un equipo formado por soldados curtidos en mil batallas, que no solo se les gana con el «miedo escénico», hace falta bastante más.

Piña de jugadores del Racing tras el gol conseguido en A Malata | Sandy López #FutbolFerrol

Sin especular y marcar. Esa es la hoja de ruta de un Racing que no ha llegado al centenar de goles como el rival, pero que goza con una mínima ventaja y una pólvora suficiente para marcar y ganar en cualquier campo de la categoría. Con un plan de choque reconocido para cualquier racinguista. Diego Rivas levantará el muro, Pablo Rey tocará el violín, Armental pondrá electricidad y el matador de Palmeira Joselu y el cantaor de Coria del Río Juan Antonio, aplicarán la fórmula del gol. Enfrente una ciudad volcada con un Real Jaén que buscará la remontada. Una grada que tendrá pizca de color verde con los valientes ferrolanos que con pasión, superan cualquier kilometraje que le pongan por delante. Y con el corazón, también apoyarán los que no puedan viajar desde la distancia. Se acerca el partido para llegar al puerto de ese «soño» en el que se ha embarcado todo el racinguismo. Con una mentalidad clara: mucho respeto y miedo ninguno.