Paulo Alves pisaba el Anxo Carro como nuevo entrenador del CD Lugo, y lo hacía acompañado por el Presidente Tino Saqués, y por el director deportivo, David Peláez. En su presentación, el técnico luso subrayaba la importancia de generar un clima de grupo y trabajo sólido y consistente, a fin de conseguir la mejor versión posible del colectivo.
Estas fueron algunas de sus declaraciones en la que fue su primera rueda de prensa:
“Para mí, esto es un desafío. Esta categoría es compleja, muy competitiva. Nuestra idea es devolver al club a la categoría que merece. Un momento importante para todos, también para mí. La forma en la que me presentaron el proyecto y las condiciones de club, me impulsaron a iniciar esta idea”
“Necesitamos un colectivo fuerte y consistente, que sea capaz de enfrentarse a cualquiera. Tenemos que llegar a las características de cada uno y encajarlas en el funcionamiento común”
“La presión es un privilegio, y es la vida del fútbol. Esto forma parte del deporte, hay que convivir con ello. Hablamos mucho, percibo perfectamente el objetivo del club, hay que trabajar por ello con tranquilidad, calma y serenidad”
“Hay que trabajar la capacidad para luchar contra todo. Si no desarrollamos el potencial, no habrá éxito. Nuestra afición tiene la voluntad de ganar, es otro factor importante. Hay que dejar todo en el campo, nunca desistir por conseguir el objetivo”
“Hay que trabajar la capacidad para luchar contra todo. Si no desarrollamos el potencial, no habrá éxito. Nuestra afición tiene la voluntad de ganar, es otro factor importante. Hay que dejar todo en el campo, nunca desistir por conseguir el objetivo”