Este domingo a las 19:00 horas Deportivo de La Coruña y Castellón se darán cita en el feudo coruñés para disputar la ida de la semifinal por el ascenso.
Sin más que una semana de preparación tras el amargo partido en Pasarón, donde el Deportivo no consiguió una victoria frente al Pontevedra y se produjo la lesión de Quiles, el conjunto dirigido por Rubén De La Barrera encara su primera «final» a fin de intentar lograr el ascenso a Segunda División.
Lo hará sin su principal goleador y frente a un rival de máximo nivel y dificultad como el Castellón, aunque los buenos resultados de los blanquiazules en su feudo son una llamada al optimismo. Tanto la ciudad como la afición deportivista ya se preparan para convertir Riazor en una caldera azul, e incluso el propio club ayudará regalando 25.000 camisetas a quienes asistan al encuentro.
El Dépor debe dar un paso al frente
«Va a ser mi primer playoff con el Dépor, en mi ciudad, con los míos; mejor escenario imposible para arrancar un sueño» declaraba Rubén De La Barrera en rueda de prensa. El preparador destaca la importancia de «estar preparados para esa primera cita» ante el Castellón y espera poder «llevar al campo» lo trabajado las últimas semanas.
El técnico considera que desde su llegada han tenido una «lucha contra el tiempo» y he utilizado los partidos de Algeciras y Pontevedra para probar cosas e «intentar que el jugador disponga de la mayor seguridad posible». De La Barrera es optimista por el gran grado de asimilación del equipo pese al poco tiempo que dispone y desea que el fútbol les permita «dar un primer paso» el domingo.
Afirma que tanto jugadores estás «currando como animales», aunque es consciente que «nadie ni nada garantiza resultados». «Todo lo que parece que puede salir mal va a salir bien, porque tiene que salir bien y porque somos así de cabezones» insistió, esperando poder darle la vuelta a la negatividad generada los últimos años.
De La Barrera buscará que el Deportivo sea ofensivo, pero «equilibrado», sin permitir contragolpes letales y tratando de someter al Castellón. Con todo, es consciente de que «esto es un playoff» y ambos son grandes equipos, por lo que busca que su equipo de «un paso al frente» con energía, positividad y «teniendo claro lo que tienes que hacer».
La única baja de la escuadra herculina es Alberto Quiles, que se perderá lo que resta de temporada. Lucas Pérez, que entrenó algo al margen del grupo, se encuentra bien y podrá estar disponible para la eliminatoria.
Un Castellón preparado y motivado
El conjunto albinegro viaja a Riazor en busca de un resultado positivo que permita avanzar en la eliminatoria a fin de cumplir el objetivo de regresar a Segunda División, categoría de la cual descendió en 2021. La pasada campaña quedó en 13ª posición y no pudo disputar el playoff, por lo que encara su primera oportunidad de regresar.
En liga regular, el Castellón quedó 3º y presenta unos números similares a los del Deportivo. Como locales han convertido Castalia en un feudo difícil de asaltar, pues acumulan 12 victorias y sólo 2 derrotas; mientras que lejos de casa únicamente lograron 4 victorias, 9 empates y 6 derrotas.
El técnico Albert Rudé espera «un ambiente de gala, un reto muy importante» y tiene muchas ganas y motivación. Asegura que los partidos a 180 minutos «tienen connotaciones diferentes» y han de estar preparados ante un Deportivo que «intentará definir la eliminatoria en el primer partido».
La plantilla castellonense está compuesta por jugadores de gran calidad. Entre ellos destacan Manu Sánchez, que con 7 goles es el máximo goleador siendo carrilero; el centrocampista Cristian Rodríguez o los atacantes Raúl Sánchez y Jesús De Miguel. Salvo que se produzca una baja de última hora, Albert Rudé dispondrá de todos sus jugadores de cara al choque.
Posibles onces iniciales:
RCD: Mackay; Martínez, Lapeña, Lebedenko, Antoñito; Bergantiños, Villares, Soriano; Yeremay, Svensson y Lucas Pérez.
CDC: Pastor; Granero, Indias, Salva Ruiz, Sánchez; Giorgi, Calavera, Cristian Rodríguez; Koné, De León y Jesús De Miguel.