Jorge Martinez #FutbolFerrol
Menos atún y más cerveza
Los racinguistas volvieron a tomar la Plaza de Galicia. Con la excusa de recibir a los jugadores que devolvieron al Racing a Segunda «B», los ferrolanos cantaron, bailaron y ondearon banderas mientras los deportistas saludaban desde el balcón. Como siempre en estos casos, primero fueron los formalismos. El Presidente Criado, el entrenador Larraz o el gran capitán Pablo Rey, quisieron lanzar un mensaje de agradececimiento a todos los racinguistas y ferrolanos, pero poco a poco se fueron saliendo del guión y viniéndose arriba, prometiendo luchar por ascender a segunda y queriendo volver el próximo año por estas fechas para celebrarlo. No era para menos, después de unos tiempos duros en los que la vida castigó de la forma más dura posible a la familia verde, y de un año también complicado en lo que a veces menos importa, lo futbolístico, empleados, jugadores y técnicos necesitaban sacar toda la adrenalina y presión guardada y celebrar un ascenso, que era una obligación, con la mayor de la fuera y alegría posible.

Llego Joselito, cogió el sombrero y dijo unas palabras que llegaron al corazón de los aficionados. Apareció Joel «el de Caranza» y comenzó la fiesta. Cantando «La vida Pirata», bengaleos, saltos y mucha felicidad. Niños y mayores disfrutaban, porque Ferrol necesita ilusión y alegrías. Con saludo vikingo incluído. Pasaron todos por el micrófono, nadie lo pudo evitar. Unos salían del paso como podían, otros se venían arriba cantando, como el sevillano Juan Antonio. Otros nos contaron secretos del vestuario, como que Seoane «es millonario» o que el éxito del ascenso se empezó a cocinar en el viaje a O Barco de Valdeorras, con la canción de «Cuando zarpa el amor» de Camela como himno extraoficial de la plantilla para afrontar los viajes y todas las visicitudes del camino. Pasaron por el micrófono también los «niños». Si Javi Sanmartín daba un ejemplo de madurez con sus palabras, Luís Chacón «Luisito», era el fiel retrato de un niño con zapatos nuevos en su primera fiesta «de mayores». Hubo un recuerdo y cariño especial para «Los cruzados», aquellos jugadores que sufrieron esta maldita lesión esta temporada. Llegó también el momento para el «gran jefe». Ignacio Rivera salió al balcón al grito por parte de la plantilla de «menos atún y más cerveza». Curiosa metáfora, la cual entendemos todos. Porque estamos viendo reconstruirse a un Racing, que ha pasado de una etapa seria a otra que mantiene esa misma seriedad, pero en la que las «cervezas» parecen rodar con más facilidad para que todos podamos ver el vaso medio lleno a corto y medio plazo. Rivera se unió a la fiesta, lanzando eso si, un mensaje de prudencia a la vez que de ilusión. Porque ellos han venido para conseguir cosas que nunca se consiguieron, la primera bajar a Tercera y volver en el mismo año. Pero eso para esta gente es una anécdota, ya que todos sabemos y soñamos con cotas mayores, tanto a nivel deportivo, como social, infraestructuras…

Para finalizar, la plantilla bajó a las escaleras de acceso al Jofre para mezclarse con la afición. Como tiene que ser, fotografías y abrazos para seguir prendiendo una llama verde que brilla entre niños, jóvenes y mayores. Todos juntos cantaron «Ferrol» de Los Limones para finalizar la fiesta y marcharse a casa comentando en corrillos aquello de :
«Volveremos a ser grandes, volveremos a ascender»
#navegandocaraunsoño
