Racing: tres años y cuarto sin oler a descenso

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La derrota de Riazor, el punto de nueve, acumular los tres primeros partidos de Liga sin conocer la victoria es algo nuevo en el seno del Racing de los últimos años.

Desde la llegada de Cristóbal Parralo el equipo solo se ha visto en dos jornadas en posición de descenso. El crecimiento progresivo del club verde hizo que se olvidase lo que es nadar sumergido por debajo de la línea roja. Todo habitante de A Malata sabe que desde la llegada al fútbol profesional esto pasaría algún día y ni los días de vino y rosas de la pasada campaña han hecho perder una perspectiva, que debe hacer que el equipo esté preparado para vivir una temporada al límite.

Aquella campaña postpandémica

La temporada 2023/24 será inolvidable por muchas cosas que salieron de una derrota. La frustración por el 1-0 en contra, frente al Tarragona en Balaídos, en la fase de ascenso a Segunda de la temporada 2021/22, fue la palanca que hizo crecer al Racing hasta donde ni las cuentas de los rectores imaginaban.

El equipo ascendió en la siguiente pese a los pequeños baches entre las jornadas 10 y 12 y entre la 16 y 18. Lo hizo de manera contundente, para terminar como campeón de grupo y subcampeón de categoría, sin tener que pasar por esas tormentosas, aunque apasionantes, fases de ascenso. Lo hizo con Cristóbal Parralo, sustituto de Emilio Larraz desde la jornada 14 de la campaña 2020/21. El cordobés libró al Racing de volver al cuarto nivel, aunque fuese interautonómico. Un año más tarde, lo acercó al ascenso en un primer intento, se plantó en Segunda en el siguiente, y dejó al equipo en la mitad de arriba en la pasada temporada, tras quince años de ausencia en la División de Plata.

Iniciado el actual ejercicio, con un Racing más frágil que el del anterior, con una plantilla inacabada, el club se encontró con una realidad más propia de lo que fueron las cosas hace un año. Lo cierto es que en A Malata, donde también se vivió la cuenta de un año sin que los seguidores verdes viesen caer a su equipo hasta que llegó el Sevilla en la fiesta copera, las cosas han cambiado.

El domingo, cuando la gente se vaya acomodando en sus localidades para recibir al milagroso Mirandés, lo hará de una manera que no recordaba desde hace tres años y cuarto, la última ocasión en la que el Racing ocupó posiciones de descenso en un torneo liguero.

No se llevaba un mes de la primavera de 2021, el 11 de abril, cuando el Racing perdía en el Nuevo Los Pajaritos y caía a la tercera posición de los del grupo I de Segunda B que luchaban por librarse de jugar en la siguiente temporada en la rebautizada y reestructurada Segunda R.F.E.F.

Era la segunda jornada y el Deportivo, que también perdía en dicha fecha en el Nuevo Ganzábal, lo aventajaba en dos puntos. El duelo directo también permitía al Numancia superar en uno a un Racing con 30 unidades. La derrota, como el pasado domingo en Riazor, sobrevino en la segunda mitad. Benito y Gabarre pusieron en ventaja a los sorianos, Quintana recortó en el penúltimo minuto y, en la prolongación, José Fran fijó el 3-1 para los encarnados.

Varios equipos vendieron aquella temporada con la falsa letanía de que no estar entre los dos primeros de esa fase de equipos intermedios era una permanencia. Tal absurdo, alimentado desde más sectores, venía porque a la RFEF le diera por añadir el nombre de Segunda B al de la Segunda RFEF, inventando un discurso fantasioso basado en que la Primera se acababa de crear como venida del espacio. Lo cierto es que unos cuantos se mantendrían en una categoría de dos grupos de 20, en lugar de cuatro de 20, otros pasaban del tercer nivel al cuarto, e incluso los últimos pasaban del tercero al quinto.

El Racing quedó de primero tras el gol de David Rodríguez en Luanco y la celebración en Otur fue de menor rango que la de un ascenso. Eran conscientes que se trataba de la permanencia. El Deportivo quedó segundo y se salvó. El Numancia fue tercero y como Compostela, Langreo y Marino, cayó a la “nueva Segunda B”.

David Rodriguez ante dos jugadores del Coruxo en A Malata la pasada temporada
David Rodriguez ante dos jugadores del Coruxo en A Malata

Se atragantan los baleares

Fuera de la atipicidad de aquella liga en dos fases, si hubiese que ir al momento anterior en el que el Racing estuvo en descenso en una liga de 38 jornadas, deberíamos acudir a las clasificaciones semanales de la 2019/20.

Los verdes venían de perder en Ibiza, donde cayeron al fango en aquel incómodo césped artificial, y continuaron con el mal hado de los equipos baleares en la siguiente jornada, la séptima. El At. Baleares minimizó a los ferrolanos en A Malata con un 0-3 en once infaustos minutos de comienzo de segunda parte. Villapalos empezó los idem en el 53, continuó Iturraspe en el 56, y también apareció Gabarre, como en el citado de Soria, para cerrar en el 63. Un gol de Pablo Rey en el Requexón hizo que el equipo saliera del pozo hasta alcanzar el undécimo puesto cuando la covid suspendió el torneo.

Desde 2016/17 que no se gana en las tres primeras

Una sensación de decepción fue la que entró en la familia racinguista al comienzo de la temporada 2016/17, última ocasión en la que el equipo verde no consiguió sumar tres puntos en alguno de los tres primeros partidos ligueros hasta los actuales. La plantilla acabó exasperando al público en la temporada de la despedida de Isidro Silveira como presidente. Los verdes fueron séptimos, incluso fuera de la clasificación para la Copa del Rey, que era el último objetivo tras descartarse la fase de ascenso a medida que avanzaba el curso.

Joselu controlando la pelota en A Malata | Foto : Jose Pardo -lavozdegalicia.es

Aquella temporada, el Racing comenzó con un empate sin goles en el mierense Hermanos Antuña. En la segunda jornada, un gol de Aitor Aspas daba la victoria al Guijuelo a una docena de minutos para el final en A Malata. En la tercera, en el estreno del Racing en el campo 1 del Valle de Aranguren, los verdes vieron como Íbero adelantaba al Mutilvera a los 28 minutos y, aunque Joselu igualó dos más tarde, el Racing no pasó del empate sumando el segundo punto en las tres primeras jornadas. Los pupilos de Míchel Alonso se establecían en la posición de los que jugarían la eliminatoria de permanencia.

Los mismos dos puntos en las tres primeras jornadas se dieron dos campañas antes, en la 2014/15. La temporada se inició con empate en Langreo, derrota en casa ante el Murcia y empate en Astorga. El equipo de la ciudad naval se rehizo y acabaría jugando una fase de ascenso en la que eliminó al Reus, antes de ser superado por el Huesca en la segunda eliminatoria.

La última vez en la que el comienzo fue peor que el actual, cayendo en las tres primeras fechas del torneo, fue en la temporada 2009/10. El debut fue con derrota casera ante la Ponferradina. Al 1-2 le siguió el 1-0 en contra frente al Montañeros y, de nuevo, otro 1-2 ante el Celta B, en A Malata, abrieron una crisis que no pudo ser cerrada. El equipo acabaría confirmando su descenso a Tercera en la penúltima jornada. pese a empatar sin goles ante el Mirandés en Anduva.