Estaba cantado desde hacía jornadas. “Sadman” Alves ya está recogiendo los utensilios de su propiedad para volver a la querida Vila Real, la de Tras-Os-Montes. Saqués movió su dedo inquieto para descerrajar sobre el portugués su ráfaga destituyente y sumar en la culata de su colt la duodécima muesca.
El banco del Lugo es el más caliente de Galicia y Paulo Alves no convenció en la villa romana, donde su Augusto futbolístico no se compadeció ni de la mirada eternamente triste del transmontano. Se acabó el pacto de amistad entre Ancares y Gerés, entre el conventus Lucensis y el Bracarensis.
¡Ciao, Alves! Ya eres historia breve en el Ángel Carro. Dos meses y dos días tardó Constantino, el del Imperio Romano de Occidente, en ponerte el sello de “Facturado” pese a ganar en Teruel, que también existe.
Duraste 17 días menos que Luis César, seis menos que Fran Justo y cuatro menos que Joan Carrillo. El luso ha pulverizado las marcas de los breves para portar la banda de “Brevísimo”. Lugo ya huele a Cuaresma y a los rigores de la penitencia.
Bienvenido Roberto Trashorras. que en su entrar y salir de un “Polvorín” consiguió su huequecito en el fútbol “semiprofesional”. Lo hizo casi a última hora, y en situación parecida a la de la temporada anterior, con el filial flirteando con el descenso, entonces a Tercera, ahora a Regional. El año pasado no se consumó y ahora, sí. Su firma contractual va estampada en una hoja con una marca de agua reconocible en el CD Lugo desde 2015 d.C. que dice: “Ave Constantinus, morituri te salutant”.
