EL PERFIL | Iker Rodellar: consistencia para una medular maltrecha

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Cuando todos los caminos apuntaban a Las Gaunas, Iker Rodellar eligió A Malata. El bravo medio donostiarra, de 32 años, aportará consistencia a un centro del campo cogido con pinzas. El término de contrato de Moreira, el retorno de Joel al Deportivo y las lesiones de Carlos García, Javi Rey y Sergio Otero merman la medular verde, con Rodellar, Fer Beltrán y Borja Hernández como únicos integrantes sanos. El mediocentro aterriza en Ferrol tras jugarlo prácticamente todo en el Talavera, al que llegó tras cinco temporadas en el centenario Real Unión.

Experiencia, desde luego, no le falta. Desde su irrupción en el filial de la Real Sociedad, Iker ha enlazado trece campañas consecutivas jugando en Segunda B. Atlético Ciudad, Mirandés, Osasuna B, Alcalá y Peña Sport fueron sus siguientes destinos. Fran Alcoy, su entrenador en el Talavera, desgrana a muchacalidad.com las virtudes del futbolista. «Iker es un jugador mixto: defiende muy bien y juega muy bien al fútbol. Tiene una capacidad de recuperación increíble. Su posicionamiento táctico es fantástico, roba una gran cantidad de balones y con la pelota en los pies es un fenómeno», asegura.

El técnico valenciano, que recuerda con cariño el 0-3 del Talavera en A Malata hace dos campañas, lamenta que Rodellar no aceptase la oferta de renovación: «Queríamos que se quedase, pero no podemos competir económicamente, ni a nivel de proyecto, con un histórico como el Racing. Fue el futbolista con más minutos, lo jugó todo cuando estuvo disponible. Nos pidió unos días para pensarlo, pero cuando recibió la oferta de Ferrol supimos que era imposible. Si no, creo que hubiese renovado, porque estaba muy contento aquí».

A sus 32 años, Iker llega a la ciudad departamental con casi 300 partidos a sus espaldas en la categoría de bronce. El día 15 conocerá a sus nuevos compañeros. Alcoy, a nivel personal, se deshace en elogios hacia su expupilo: «Es un grande, un líder, un tío que da ejemplo. Entrena como el que más. Es un 10».

Mediocentro ofensivo en su juventud, Rodellar ha ido retrasando su posición con el paso de los años. Se formó en las categorías inferiores de la Real, pero también pasó por un histórico del fútbol base vasco, el Antiguoko. Tras cumplir todas las etapas de su formación como txuriurdin, emigró a Lorca para jugar en el Atlético Ciudad, de Segunda B. Con el Mirandés y el Alcalá, en el Grupo I, conoció los campos gallegos; pasó por el Ángel Carro, Barreiro u O Vao, pero se ‘saltó’ su futuro estadio. Sí se enfrentó a los racinguistas en Anduva, un 2 de mayo del 2010.

Después de cinco temporadas en el Real Unión, donde es considerado un auténtico símbolo, puso rumbo a Talavera para erigirse en una pieza fundamental en los esquemas de Alcoy. El Racing firma solidez, veteranía y personalidad para su medular, que recuperará efectivos con el paso de los meses. Por el momento, adquiere un todoterreno con ganas de dar muchas alegrías en A Malata.

Foto: La Tribuna de Toledo