No era la primera vez que Somozas y Silva se veían las caras en partido oficial esta temporada. A diferencia del primero, resuelto a favor de los locales con poco que contar, en el liguero del pasado domingo (26/11/2023), pasó todo lo contrario. Cinco minutos de descuento dieron para muchísimo por la suerte de unos y la desgracia de otros.
El Silva no había marcado tan pronto
El partido no tuvo nada que ver con el de agosto, correspondiente a la fase gallega de la Copa Federación, que acabó sin goles y ganado a penaltis por los locales. En el liguero, a los 17 minutos ya ganaba el Silva por 0-2. Longueira marcó su primer gol en Tercera a los nueve minutos. Ocho más tarde, Nico hacía el segundo de los herculinos. Mirando la estadística era algo impensable, teniendo en cuenta que sus primeros goles fueran de Raúl Melo, en los minutos 26 y 24, al Polvorín y al Estradense en las segunda y tercera jornada del torneo.
Paco recibe en 17 minutos lo que no le sucediera en 450
Era impensable pues, aunque anteriormente, Rojo (U.D. Ourense), Diz (Rápido de Bouzas) y Rivera (Gran Peña), marcaran a los verdiblancos en los minutos tres, dos y tres, respectivamente, el encajador había sido Gabri, que no Paco. Hasta el duelo de la décimo segunda fecha, Paco había cumplido cinco partidos completos sin haber sacado la pelota de su portería.
Un partido que discurría con normalidad
Antes del descanso, el Somozas recortó por medio de Mosquera, que se puso como máximo goleador de los del Candocia, y antes de entrar en la última fase del choque, Antón volvió a extender la diferencia para los herculinos.
Tres goles recibidos antes del minuto tres; otros tantos marcados en los cuatro últimos
El Silva tenía controlado el partido. Cada minuto que pasaba lo acercaba un poco más al triunfo, pese a que el Somozas es un equipo que suele extender la intensidad hasta el final. Lo mismo que recibiera tres goles en los tres primeros minutos de tres partidos, también había anotado otros tres en los cuatro últimos minutos de otros tantos: Pablo, en propia puerta, en el 0-1 ante el Paiosaco; Gabarre, de penalti, en el 1-0 al At. Arteixo; y Mosquera, sentenciando al Polvorín con el 2-0.
David García, un portero inesperado
A tres minutos del final se produjo la acción que marcó el choque. El Silva ganaba por 1-3 y los locales se volcaron sobre el área rival con pocas ideas. Usando el argumento típico del centro al área a la desesperada se produjo la jugada determinante. Joel, que entraba a rematar, y Adrián Ríos, que salió a blocar la pelota, dejó al meta mal parado por el duro choque. Un golpe en el hombro, del que no se recuperó, lo dejó fuera del encuentro pese a mostrar su voluntad para seguir mientras el fisio del equipo lo acompañaba hacia la línea de fondo.
Iván Sánchez realizara cuatro sustituciones, pero había gastado las tres ventanas en el minuto 80. La última, con el doble de Pablo Trigo y David García, que reemplazaron a Lamas y Carro. Precisamente, David García fue el encargado de ocupar la posición entre los tres palos.
Cuatro años sin un intruso entre los palos
Un hecho que sucedía por primera vez en la Tercera gallega tras la última reestructuración. El último precedente databa de la última jornada antes del parón pandémico de la 2019/20. En la jornada 27, en el campo 2 de San Campio, El Arzúa empataba a un gol frente al Pontellas.
En el minuto 81, Zulema González González mostró la roja directa a Marqueta. Seis minutos antes, Alberto López realizara su tercer y último cambio. Zanon había sustituido a Edgar y fue justamente el brasileño quien tuvo la difícil misión de detener un penalti que transformó Yago. Aun así, con uno menos, el Arzúa empataría en el 90 por medio de Iker.
El momento “Martín”
Volviendo al Candocia, los locales se vieron con uno más, aumentaron su dominio y continuaron colocando los pocos balones que quedaban en el área silvista. En el primero, la pelota salió rechazada hasta la frontal y Martín no lo pensó mucho para colocar un disparo imparable que se coló por la escuadra. Los locales estaban a un gol y en la prolongación de cinco minutos. Necesitaban un milagro, la aparición de un santo.
Uno más tarde, David García saltó para atrapar un centro desde su derecha. Se elevó cerca de la escuadra para atrapar la pelota con ventaja, el esférico se le escurrió y debajo apareció precisamente el santo. Sanmartín, casi emparedado entre el poste y el portero, vio desde abajo como el balón le caía como una bendición y, prestamente, colocó el pie para alojarlo dentro de la portería y materializar el 3-3. Era el primer gol del ferrolano en temporada y media con los somocenses.
Dos curiosidades estadísticas: el árbitro y el empate
Poco después, el lucense Castro Gómez pitaba el final y con él, cerraba su cuarto partido liguero de la temporada. Todos concluyeron con empate. Sin goles empataran At. Arteixo y Alondras, en la tercera jornada, y el Arosa y Estradense en la sexta; y a un gol el Paiosaco y el Rápido de Bouzas en la novena. Por unas o por otras, el colegiado, debutante esta temporada en el fútbol estatal, no ha firmado un acta con un signo diferente al de la igualada en lo que va de liga. No ha sido así en Copa Federación. Su único partido, la semifinal autonómica, concluyó con un claro 3-0 del Racing Villalbés al Somozas.
Hablando de empates, también el 3-3 es significativo. Es la igualada con más goles en lo que llevamos de campaña, superando los tres 2-2 entre Gran Peña y Sarriana (jornada 1), Rápido de Bouzas – At. Arteixo (jornada 7) y U.D. Ourense – Polvorín (jornada 8).
Además, también es la más elevada desde que la Tercera federación es el quinto nivel. El resultado iguala el At. Arteixo – Rápido de Bouzas de la jornada 14 de la pasada campaña. Curioso, también, lo de los empates con goles entre arteixans y boucenses.