VERDE QUE TE QUIERO VERDE | Es una lata, el trabajar

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¿Cuál es la diferencia entre un jugador de Primera y uno de Regional? ¿Es que el de Primera se esfuerza más? ¿Es que el Real Madrid ayer le ganó al Betis porque trabajaron más? Creo que sería injusto decir eso.

El concepto de trabajo se ha instalado en el fútbol de forma perenne, pero creo que se confunde al aficionado. Establece la RAE que trabajar es “ocuparse en cualquier actividad física o intelectual” y además “tener una ocupación remunerada en una empresa, una institución, etc.” Puedo aseverar sin miedo a ofender a nadie que los jugadores de fútbol ocupan una actividad física y tienen una ocupación remunerada en una empresa, luego trabajan. El fútbol es un trabajo.

¿Diríamos que los niños en la Plaza de Sevilla van a la cancha a trabajar? ¿o van a jugar? Jugar es, literalmente, “hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades.”

Capacidades, he ahí el quid de la cuestión.

Yo recuerdo ver al Cacique Medina ser despedido de pie en una de las mayores ovaciones que he vivido jamás en La Malata. El Cacique, 3 goles en 42 jornadas. También recuerdo ver a Joselu o Pablo Rey. ¿Pablo Rey eh? Salir entre murmullos e incluso algún silbido.

Es el eterno debate del que critica que un delantero no le marque un gol al arco iris o un centrocampista no de un pase hacia delante ni por una apuesta, pero ¿y lo que trabaja? Si amigo, pero al fútbol no se gana a los puntos, gana el que marca gol. Y en el patio del recreo escogías al que jugaba bien, no al que se esforzaba. Bien es cierto que entre dos que juegan parecido, siempre el que se esfuerce primero. ¿Cuántos preferís a Koke Resurrección que a Iniesta? Pues el primero corre tres o cuatro kilómetros más por partido.

Respondiendo a mi pregunta del inicio, para mí la diferencia entre un jugador de tercera categoría y uno de la segunda es la velocidad de ejecución y la calidad, la calidad técnica de hacer ese último quiebro, de anticiparse al delantero rival en un salto, de dar ese pase rápido, de poner un buen centro o de disparar con acierto. Eso es lo que marca la diferencia. Y eso no se trabaja, por mucho que yo me ponga a tirar faltas dieciséis horas al día, hay críos de siete años que las tiran mejor.

Otro asunto es que, en igualdad de condiciones, el que mas se lo curra tiene mas posibilidades de alcanzar la meta. Si trabajas puedes perder, si no trabajas pierdes seguro. El Racing es un equipo bien trabajado, es muy raro que nos pasen por encima salvo contadas excepciones, siempre da la cara, pelea, lucha, y defiende de un modo mas que digno.

El trabajo por hacer en el Racing está en entender quien suple la calidad de Iker, Carlos Vicente, Heber, Nico Serrano o Pinchi. Hablamos de más de veinte goles y veinte asistencias. Nos dijeron una semana que hacían falta veinticinco fichas si o si dado que no tenemos filial y a la semana siguiente que se había trabajado mucho pero que no hacen ya falta y que tenemos veintitrés que son suficientes y que ya veremos.

Como os decía, trabajar no garantiza resultados, hay que tener, además, talento. Querer no siempre es poder, sino yo estaría preparándome para acompañar al bajo a los hermanos Gallagher el año que viene.  Lo cierto es que ayer, bajo mi punto de vista, vimos un partido igualado entre dos equipos que trabajaron, que se decantó, como dijeron Idiakez y Parralo, por detalles. Y esos detalles en fútbol, y que siga así siempre, suele marcarlos la calidad, el talento, y de ello Yeremay o Lucas van sobrados.