El Celta de Vigo volvió a saborear el triunfo europeo tras casi 3.100 días de espera. Balaídos vibró con un 3-1 frente al PAOK de Salónica en un duelo cargado de tensión y emoción. Claudio Giráldez logró que su equipo se levantara tras un inicio accidentado y devolvió la ilusión a la afición celeste en la Europa League.
