¿Bendición o Maldición? El Deportivo de La Coruña se desmorona tras el apoyo del Papa Francisco

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Foto: RC Deportivo

La bendición del Papa ha sido gafe para los coruñeses

El gesto histórico del Papa Francisco al mostrar su apoyo al Deportivo de La Coruña parece haberse convertido en un inesperado símbolo de mala suerte para el equipo. Desde que el Pontífice expresó su respaldo al club y recibió una camiseta firmada por toda la plantilla en el Vaticano, los resultados y la situación del Dépor han dado un giro drástico y negativo. La iniciativa, que partió del padre Yeray Fariñas fiel seguidor deportivista, no ha sido talismán si no todo lo contrario.

Una racha interrumpida

El Deportivo, que venía de encadenar dos victorias consecutivas con un juego prometedor bajo las órdenes de Óscar Gilsanz, cayó derrotado por 2-1 a domicilio del Almería. Este tropiezo, que rompió la buena dinámica del equipo, ha generado preocupación tanto en la directiva como en los aficionados, quienes veían un renacer deportivo tras el cambio de entrenador.

Lesiones clave en el peor momento

Como si la derrota no fuera suficiente, el equipo ha sufrido un golpe devastador con las lesiones de tres de sus piezas clave. David Mella y Yeremay Hernández, dos de los jóvenes talentos más destacados, se han visto obligados a parar por problemas físicos, mientras que el experimentado Lucas Pérez, el máximo referente del equipo en ataque, también ha sido baja por lesión.

Malestar en la afición

El contraste entre el respaldo espiritual recibido por el Papa y la derrota de este domigo a dado pie a debates entre los aficionados, algunos de los cuales han bautizado el suceso como «la maldición del Vaticano». En redes sociales, comentarios irónicos y memes aluden al giro de fortuna que ha sufrido el equipo desde el simbólico encuentro.

Una prueba de resiliencia

Con un calendario complicado por delante y un vestuario afectado tanto anímicamente como en lo físico, el Deportivo de La Coruña se enfrenta a un desafío enorme para recuperar el terreno perdido. El próximo partido será una prueba crucial no solo para el cuerpo técnico, sino también para la capacidad de reacción de la plantilla. El próximo domingo espera el Sporting de Gijón el ABANCA Riazor, un envite de máximo nivel y exigencia para un Deportivo que buscsará recuperar efectivos y tratará de mostrar su mejor cara para quedarse con tres puntos vitales para el futuro inmediato del equipo.

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