Cuando le damos vueltas a la pregunta sobre quién puede encarnarse como referencia en el fútbol gallego femenino, particularmente en el gremio de entrenadoras, siendo mujer, de origen galaico y con buenos resultados, pocos discutirán que alguien así es Cris Oreiro.
Racionalidad, capacidad de escucha, revisión de modelos de juego, “jogo bonito” y buenos resultados deberían de encumbrar a la gallego-helvética a lugares más elevados en el mundo del balompié.
Cris Oreiro parece la típica persona a la que, al menos profesionalmente, se le exige más de lo exigible. Siempre ha demostrado que vale por su trabajo y por su discreción. Lo primero, por todo lo que ha venido haciendo desde que tomó las riendas del Victoria B; lo segundo, por su silencio tras su tenebrosa experiencia de menos de un año en el Deportivo.
Afortunadamente, cuando curaba las heridas del alma, ocasionadas tras las marcha del club que probablemente más quiere, con el que se retiró del fútbol lesionada físicamente, Quique Rodríguez la llamó una vez que el Viajes Interrías había cerrado el ciclo de Luis Treviño.
El cuadro de Sanxenxo necesitaba un cambio y Cris Oreiro era una garantía. Lo que nadie podía imaginar es que la de Berna, en este comienzo de liga, en un ámbito muy distinto al que ha vivido en anteriores ocasiones, haya sacado un extraordinario rendimiento a su nuevo equipo. La escuadra de O Salnés ha realizado el mejor arranque de su historia en este nuevo tercer nivel; y ella el de toda su carrera.
Sus 16 puntos en las seis primeras jornadas, tras el triunfo en Huesca van por encima de los 12 en sus seis primeros juegos con el Victoria coruñés en la temporada 2020/21, la de su estreno en el fútbol estatal como técnica (el dato contabiliza la séptima jornada porque en la segunda el Victoria descansara), o que los 9 de la campaña siguiente. Cierto que son pocas referencias para comparar, y no menos cierto que solo el empate en Zubieta ha separado la excelencia del sobresaliente con el que Oreiro se queda en este contundente comienzo de liga del cuadro gallego.
Se espera lo mejor de una entrenadora que en el Victoria, además de llevarlo al mayor hito de su historia, jugar la fase de ascenso a Segunda División, que perdió ante el Betis por el valor doble de los goles marcados fuera de casa, siempre hizo más puntos en las segundas vueltas que en las primeras.