El conjunto granate afrontará este domingo una de las salidas más complicadas del campeonato. El Pontevedra se medirá al Marino de Luanco en un partido marcado por el factor campo. Los de Iglesias pasarán de la arena de Pasarón al barro del Municipal de Miramar.
Rival sólido
Este domingo a las 17:00 se disputará el Marino de Luanco – Pontevedra CF en el Municipal de Miramar. El conjunto lerezano tendrá la difícil misión de ganar en el feudo del cuadro asturiano. Los de Luanco no pierden como locales desde el 20 de octubre, asentándose en la zona noble de la clasificación gracias a su solidez defensiva y a su buen hacer en sus partidos como local.
Los jugadores del Pontedra Pelayo y Miguel Cuesta analizaron a su rival de este domingo. Ambos conocen bien al equipo asturiano. Pelayo se enfrentó a ellos en múltiples ocasiones en el fútbol base y llegó a entrenar bajo las órdenes de Manel Menéndez. Miguel Cuesta, por su parte, formó parte del cuadro luanquín hasta este mercado invernal. Ambos coinciden en que son un equipo con gente experimentaday mucha solidez defensiva.
Fútbol de barro
El propio zaguero granate afirmó que el terreno de juego del Municipal de Miramar puede condicionar bastante el modelo de juego del Pontevedra. A pesar de las pocas lluvias de estos días en Luanco, Pelayo asume que el césped estará en malas condiciones. Miguel Cuesta matizó que el campo acabó en muy mal estado tras el partido frente al Valladolid Promesas de hace 15 días, y que el césped lleva afectado desde entonces.
Por suerte o por desgracia, el Pontevedra sabe lo que es sufrir por desplegar su juego debido a un campo en malas condiciones. El Municipal de Pasarón lleva en pésimas condiciones desde hace varias semanas, por lo que los de Iglesias no son nuevos en esto de adaptar su juego a una superficie complicada. El Marino de Luanco es un cuadro aguerrido, pero los del Lérez deben plantar cara para sumar los tres puntos.
Ganar para recuperar confianza
Otra de las claves de este partido reside en volver a sumar de tres lejos de Pasarón. La derrota en Riazor en el último partido fuera de casa hizo mucho daño al Pontevedra. A pesar de que los de Iglesias volvieron a la senda de la victoria la semana pasada frente al Langreo, volver a ganar fuera sería una inyección de moral y un paso de gigante en su lucha por el primer puesto.
Conforme avanzan las jornadas los puntos se vuelven más valiosos y las victorias a domilicio cobran más importancia si cabe. Este domingo el Pontevedra tendrá la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa, pero tendrá que afrontar el partido con las bajas ya conocidas de Churre, Cambil y Dalisson, a lo que se unen la baja por sanción de Garay y la duda hasta última hora de Igor por una contusión en su tobillo.
