Iker Losada con el corazón partido

Manel Díaz
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Si como todo parece indicar el talentoso futbolista de Catoira termina la próxima temporada vistiendo los colores del Real Betis Balompié, lo hará con el corazón partido.

Criado en A Madroa desde niño, pasando por todas las categorías inferiores del club celeste hasta el filial, y llegando a debutar con el primer equipo en primera división con tan solo 17 años de edad, se vio obligado a buscar su futuro lejos de Balaídos al finalizar la temporada 2023-24 después de que el club de sus amores lo rechazase como componente de la primera plantilla. Ahí comenzó a partirse el corazón de un Iker Losada que encontró su segunda casa en el Racing de Ferrol.

La apuesta de los ferrolanos fue total y del primer al último partido el futbolista respondió con creces a las expectativas. Losada cuajó en Ferrol una temporada excelsa en la que fue la de su verdadera presentación en el fútbol profesional. Losada maduró en Ferrol, donde se sintió querido por una afición verde entregada a su nuevo ídolo y muy a gusto en una ciudad que descubrió a un Iker sencillo y humilde fuera del césped, pero con una calidad que le viene de serie sobre el campo que lo ha colocado ahora en uno de los clubes de más prestigio del fútbol español.

Con un año más de contrato con los de Ferrolterra, Losada llegó afirmar que «si» a la pregunta de si se veía vestido de verde la próxima campaña. Sin embargo, los ambages del fútbol profesional no entienden de sentimientos y el lógico deseo de crecimiento del jugador y la apuesta del Real Betis por su talento, parecen haber podido más que sus intenciones iniciales de permanecer en Ferrol o regresar al Celta de Vigo. El técnico del Celta Claudio Giraldez, quien lo crio en A Madroa le mostró su cariño, pero el director deportivo de los celestes, Marco Garcés no terminó de dar el paso definitivo. Ahí, el corazón de Iker terminó de partirse.

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