Marcos Moscoso compagina su labor como entrenador del senior de la Piringalla con ser educador y monitor de un grupo de alevines en el mismo club, con su trabajo como celador y entrenador personal en un gimnasio.
Además está estudiando y haciendo prácticas. Muy ocupado pero siempre dispuesto a todo por el deporte, especialmente si se trata de los chavales que lleva moldeando desde hace casi 7 temporadas. En dos semanas puede culminar su gran trabajo con un ascenso de categoría en el primer año de vida del senior del club. Casi nada…
P: A pesar de que el senior de la Piringalla ha empezado a competir esta temporada 2023-2024, la plantilla ya está luchando por el ascenso. ¿Era el objetivo prioritario antes del comienzo o se fue convirtiendo en el anhelo más deseado con el paso de los meses?
R: Por parte del club la prioridad siempre fue darles continuidad a estos chicos. Ellos fueron los primeros, con los que el club se fundó y, por tanto, había que darles una salida y en parte por ello se creó este senior.
A nivel interino de primer equipo, el objetivo sí que era ascender. Es un equipo que viene trabajando bien desde cadetes, ascendiendo de Segunda a Primera tanto en cadetes como en juveniles. De hecho el año pasado jugamos el playoff de ascenso a Gallega, en el que no pudimos alcanzalo pero sí que fuimos campeones de liga regular con 12 puntos sobre el segundo.
Somos un equipo que a nivel futbolístico merecemos estar en una liga más competitiva, como es la Segunda Regional.
P: En su gran mayoría el equipo está conformado por jugadores que el año pasado eran aún juveniles y han recorrido etapas en el club. Además está en plantilla algún entrenador del club, así como conocidos o viejos jugadores de equipos de la zona. ¿Esta juventud crees que es buena o mala para esta categoría?
R: Además de los chavales que subieron del juvenil de la temporada pasada, ha venido gente de fuera a echarnos una mano por medio de uno de los entrenadores del club, que también es parte de la plantilla y aporta y sabe meterse dentro del grupo.
Nos llevamos una sorpresa ya que a día de hoy la Tercera Regional ya no es de gente tan veterana. Que sea de gente más joven significa más ganas de aprender y menos problemas.
En la teoría yo sigo pensando como siempre. Es igual que sepas mil ejercicios, hay que saberlos adaptar a los jugadores que tienes. Nosotros empezamos con muchas carencias este curso pero fui convirtiendo a jugadores en otras posiciones. Han trabajado bien, siendo un grupo serio. El secreto está en saber llevar al grupo.
P: ¿Cuál es la idea que intentas transmitir al equipo?
R: Lo que llevo intentando transmitirles durante estos últimos 7 años es que tenemos que disfrutar de este deporte que tanto nos apasiona. Es lo que más no gusta. También debemos ser competitivos. Exijo salir siempre, pase lo que pase, con la cabeza alta. Tenemos que dar todo en todo momento. Por alguna circunstancia externa no siempre es posible conseguir esto, pero en principio esa es mi filosofía.
Ya me conocen de hace muchos años y los nuevos vienen avisados de ello por los de siempre. Saben que soy un entrenador serio, intenso y que apuesta por lo físico. Lo que más quiero es intensidad y seriedad. Cuando toca trabajar, toca trabajar. Fuera del entrenamiento soy uno más de ellos.
P: ¿Qué esperabas de la vuelta de las semifinales contra el Rioaveso? ¿Y de la final contra el Castroverde?
R: En una fase de ascenso ya sabemos que puede pasar de todo. Nunca voy a tener en cuenta el resultado de la ida. Trabajo como en todos los partidos. Tampoco tenemos en cuenta el resultado de la primera parte a la hora de encarar la segunda. Partimos del 0-0 en todo momento.
De cara a la final puede pasar de todo. Ya estamos hablando, igual que en semifinales, de muchos factores externos que nos pueden influenciar: público, arbitrajes, clima, etc. No pienso en quién me puede tocar, únicamente pienso en competir como en todos los partidos, que siempre empiezan 0-0.
Saldremos con intensidad, con ganas de dejar todo lo que tenemos dentro en el césped.
