El Deportivo de La Coruña sufrió un doloroso revés en su esperado regreso al fútbol profesional, cayendo 0-1 ante un Real Oviedo que supo sacar rédito de un tempranero error defensivo de los coruñeses.
Los blanquiazules dominaron gran parte del encuentro, pero se estrellaron una y otra vez contra el muro asturiano, dejando en evidencia que la vuelta a la élite será un camino lleno de trampas.
El Oviedo golpeó primero
El ambiente en Riazor era de fiesta, con la afición ansiosa por ver a su equipo nuevamente en la Segunda División tras el ascenso. Sin embargo, la celebración se tornó en preocupación apenas cinco minutos después del pitido inicial. Un fallo colectivo en la defensa coruñesa permitió a Del Moral cabecear a placer un centro desde la banda, batiendo a Germán y silenciando el estadio. Aunque el asistente levantó la bandera anulando el gol, el VAR intervino para confirmar el tanto, dejando al Dépor con una montaña que escalar desde el principio.
Mella , Yeremay y Lucas, lo intentaron sin fortuna
Lejos de rendirse, el conjunto dirigido por Imanol Idiakez tomó el control del partido, presionando a un Oviedo que optó por replegarse y esperar sus oportunidades al contragolpe. Los intentos del Dépor por las bandas, principalmente a través de Yeremay y Mella, se vieron frustrados por una defensa ovetense que cerró cada espacio, dejando pocas opciones claras para los locales.
La primera parte ofreció pocas alegrías a la parroquia blanquiazul, salvo una acción aislada en la que Lucas Pérez, en lugar de rematar a puerta, intentó un regate que terminó diluyendo la ocasión. Yeremay también tuvo una buena oportunidad con un disparo raso desde la frontal, pero el portero rival estuvo atento para desviar el peligro.
Un Deportivo superior que no pudo romper el muro asturiano
Tras el descanso, el Dépor salió con más intensidad, decidido a buscar el empate. Mario Soriano, uno de los más destacados del encuentro, generó una buena ocasión con un disparo que no encontró la potencia necesaria para batir al guardameta. El propio Yeremay volvió a intentarlo poco después, pero el arquero ovetense respondió con una parada que mantuvo su portería a cero.
El dominio coruñés fue total en la segunda mitad, con Ximo Navarro gozando de una doble oportunidad que pudo haber cambiado el signo del partido. Sin embargo, la falta de acierto y la solidez defensiva del Oviedo frustraron los intentos del Dépor, que se fue desinflando a medida que avanzaban los minutos.
Con la entrada de Barbero en el minuto 70, Idiakez buscó darle más mordiente al ataque, pero el ansiado gol del empate nunca llegó. El pitido final dejó un sabor amargo en Riazor, donde el Dépor entendió que el retorno a la élite del fútbol español no será un camino fácil.
Aprender la lección para superar los próximos exámenes
Este primer tropiezo debe servir de advertencia para un equipo que, si bien demostró carácter y dominio del juego, necesita ajustar detalles para poder competir al máximo nivel. La temporada acaba de empezar, y los blanquiazules tendrán que aprender rápido si quieren evitar más lecciones dolorosas como la de hoy.
El próximo reto será una nueva oportunidad para demostrar que este Dépor está listo para volver a luchar entre los grandes, pero necesitará algo más que voluntad para hacerlo. La historia de este nuevo capítulo en Segunda División no ha hecho más que comenzar.